El Tudelano tuvo el sábado la suerte de cara que no ha tenido durante toda la temporada. La suerte de acertar cara a portería, la suerte de parar un penalti en contra, la suerte de encontrarse con un penalti más que dudoso a favor y la suerte de que el rival se metiera un gol en propia puerta.
Por lo demás, el Tudelano hizo lo que ha hecho durante toda la temporada: competir bien contra equipos con mucho mayor presupuesto, con mucho más gol, poniendo las cosas muy complicadas a todos los rivales. Y eso que no pudo contar en la tarde del día del padre con los tres jugadores cedidos por el conjunto majariego en el mercado de invierno y que venían gozando de bastantes minutos en el equipo ribero.
La primera parte no tuvo un dominador claro. En el minuto 9 se adelanta el Tudelano tras una buena jugada que acaba con centro de Luna, y el balón tras dar en la mano de un defensor majariego le cae a Caballero que remata la jugada. A los 10 minutos del gol local, se produce una mano similar en el área contraria, que si fue considerada penalti por el árbitro. Néstor Albiach fue el encargado de lanzarlo y Zabal lo detuvo. A diez minutos para el descanso, el propio Albiach lanzó un balón al palo, siendo la oportunidad más clara de la primera parte.
En la segunda parte, el Rayo Majadahonda salió del vestuario con la idea clara de anotar cuanto antes. El Tudelano se encerró atrás, y cada minuto que pasaba la sensación en la grada era que eso no podía durar mucho, que el Rayo marcaría pronto. Sin embargo, a los 10 minutos de la reanudación y tras una internada en el área de Aranzabe, este cae en la presencia de Vega y el árbitro pitó penalti. Caballero acertó desde los once metros, lo que supuso el 2-0 y la liberación de la presión que tenía el Tudelano hasta ese momento. Ese penalti y el error instantes después e Champagne, tras una cesión del balón de un compañero que acabó en la red, dejó el marcador final de 3-0. El resto del partido fue un querer y no poder del Rayo Majadahonda que terminó con 10 por la expulsión de Casado.
El Rayo Majadahonda se presentó en el Ciudad de Tudela con el objetivo de sumar tres puntos que le siguieran permitiendo estar en la zona de play off, enfrentándose a un rival que sigue vivo en la categoría, pero en una situación crítica. El Rayo Majadahonda ha perdido cuatro partidos como visitante en lo que llevamos de año, algo que un equipo de la categoría que pretende ser no puede permitirse. El Tudelano encadena una racha de dos jornadas seguidas ganando, materializando lo que viene haciendo durante la temporada. Cada partido será una final.