Un orgullo es lo que supone para Majadahonda contar con Marta Hermida como vecina. Con tan solo 25 años, la base-escolta del Innova Leganés tiene en su palmarés los máximos reconocimientos. Prácticamente, lo ha ganado todo en el baloncesto profesional en los países y clubes con los que ha jugado. Como deportista a título individual y junto a los respectivos equipos ha ganado, en distintas temporadas, ligas en España, Estados Unidos y Australia… Unos logros que ha conseguido mientras estudiaba para sacarse el título en Ingeniería Mecánica, con especialización en Ingeniería Biomédica.
Cabe por ello citar, entre otros, que con la Selección Española ha sido campeona de Europa U20; con el Rivas Ecópolis subcampeona de España en 2011, 2013 y 2015 y campeona de la Liga Femenina en 2015. También ha sido Premio Revelación de Gigantes y de los ‘playoffs’ 2020/2021. En Estados Unidos, con Boise State Univeristy, entre 2015 y 2019 tiene varios títulos, como campeona de conferencia y del torneo de la Mountain West, Freshman of the year, All Star y tripe doble. En Australia, en 2022 ha sido campeona de la conferencia SUR de la NBL1 y subcampeóna de Australia de la NBL1.
¿Cuándo comenzaste a jugar al baloncesto?
Comencé a jugar en el Club de Baloncesto de Majadahonda, con 12 años y desde entonces no paré. Había jugado previamente en Almería, cuando tenía ocho años, y se me dio muy bien, me gustó mucho. Pero cuando lo probé de verdad, en Majadahonda, me encantó y todo me llamaba la atención para continuar con este deporte.
Has conseguido unas muy altas calificaciones como ingeniera, compaginando estos estudios con el deporte…
Cuando estaba estudiando Ingeniería Biomecánica, en la Universidad de Boise State, me di cuenta que lo que me apetecía era trabajar con las personas, por lo que hice la especialización en Ingeniería Biomédica, ya que es a lo que me gustaría dedicarme en un futuro. Fue muy difícil. Con los estudios estaba al cien por cien y al tiempo jugaba al baloncesto de manera profesional, lo que suponía mucha disciplina, y sacrificar mucho tiempo para poder sacar las dos cosas al máximo nivel… Fue bastante sacrificio, pero ha merecido la pena. Ahora solo me dedico al baloncesto, aunque mi idea es empezar un máster para poder especializarme un poco más.
Regresaste a España en 2021 y fichaste por el Leganés, renovando de nuevo en 2022
Me ofrecieron la posibilidad de jugar en este equipo. Me llamaron en un momento en el que estaba muy preparada para volver a casa. Estoy contenta. El año pasado salvamos la categoría. Fue un año muy complicado y aún así lo sacamos adelante. Fue una liga muy dura. Ahora estamos luchando para conseguir una mejor temporada. Ha llegado un nuevo entrenador y por el momento hemos logrado dos victorias (al cierre de esta edición). Estoy en mi mejor momento baloncestístico. Creo que me ha ayudado mucho que me haya ido a jugar la liga australiana este verano, donde he mejorado muchísimo. Es una liga en la que he ganado y he tenido una experiencia espectacular. También me ha ayudado en lo personal a estar mejor y le ha traído al equipo una revolución que no se esperaba por mi parte. Además, el entrenador tiene una filosofía parecida a la que me gusta jugar.
Si tuvieras que destacar los aspectos positivos de cada país en el que has jugado, ¿con cuáles te quedarías?
De Estados Unidos me gustó mucho la profesionalidad que tienen y cómo trabajan el baloncesto para que puedas hacerlo compatible con los estudios. Recalco de ellos lo profesional, cómo cuidan el producto y cómo nos cuidan como jugadoras. En cuanto a España, se está mejorando muchísimo y el nivel se está poniendo muy alto. Todo ello repercute en que el baloncesto femenino llame mucho más la atención en nuestro país, ya que antes las jugadoras españolas se tenían que ir fuera. De Australia, allí he jugado mi mejor baloncesto. Es donde más he disfrutado, donde la gente ha confiado en mí al cien por cien. Además, tienen un baloncesto físico y rápido y me va muy bien. Me ha enamorado como país y como modo de jugar al baloncesto. Creo que es un baloncesto que da la oportunidad a todo el mundo y es muy divertido. Ojalá tenga la suerte de poder volver.
Es una gran trayectoria…
Probablemente sea la única jugadora de baloncesto en España en haber ganado tres ligas en tres continentes. He tenido muchos reconocimientos. Pero he tenido la suerte de haber acabado en equipos y en sitios maravillosos. Es la mayor satisfacción que tengo como jugadora. Todo el trabajo que he realizado, las ganas y la ilusión que me ha generado… Además, he dado con gente muy buena, con compañeras que al final se han convertido en familia. Jugar al baloncesto es lo que más me gusta en el mundo, pero también me ha ayudado mucho la gente que me he encontrado por el camino. Si algún día lo dejo estaría a gusto y feliz conmigo misma porque he encontrado a gente maravillosa por el camino.
Tu familia te ha apoyado en todo momento
Mi debilidad es mi familia. He estado viajando y a lo mejor he sacrificado el tiempo con mi familia por el baloncesto. Pero siempre han sido mi apoyo fundamental. Cuando peor me he encontrado siempre han estado ahí… mis padres, mi hermana, mis abuelos y mi novio. Cuando me van bien las cosas para mí es muy fácil, pero cuando más difícil se hace todo, ellos son los que hacen que siga adelante. Es todo muy especial.
Por otra parte, ¿cómo ves el apoyo que están recibiendo los deportes en las ligas femeninas?
Si lo comparamos con las ligas masculinas, no tenemos tanta repercusión. En cualquier caso, el baloncesto es el deporte más jugado por las niñas en España. Hay muchas jugadoras, por lo tanto es más complicado llegar arriba, pero hay mucho nivel. Creo que las redes sociales están ayudando bastante a promocionar el baloncesto femenino y darle más visibilidad. Todo el trabajo que se está haciendo en las canteras hace que el baloncesto en nuestro país sea mucho mejor y que la gente quiera darle la importancia que tiene. En comparación con las categorías masculinas, es menor el apoyo, pero es uno de los deportes que más se sigue, que más apoyo tiene, aunque podría ser mucho mejor.