Hemos podido charlar con la jugadora de vóley-playa majariega, Tania Moreno, antes de que acuda a los Juegos Olímpicos de París.
¿Cómo se siente saber que vas a debutar en los Juegos Olímpicos a los pies de la Torre Eiffel?
Bueno. Eso lo sabré una vez que esté en el estadio de la Torre Eiffel compitiendo. Cierro los ojos y solo me lo puedo imaginar, pero una vez que esté allí pisando la arena, será muy diferente. Todo lo que otros deportistas españoles que han vivido los Juegos nos dicen es que parece muy similar a lo que nosotras vivimos en Buenos Aires, en los Juegos Olímpicos de la Juventud, pero a gran escala.
¿Qué retos os ponéis de cara a París?
En este deporte trabajamos por ciclos, y creo que el sueño de todo jugador de vóley playa es llegar a unos Juegos Olímpicos. Hay muchas emociones, mucho sacrificio y esfuerzo, enfocado, en este caso, a dos semanas en París. Somos ambiciosas, sabemos que es una oportunidad, y no sabes si volverás a tenerla. Queremos disfrutar, dentro y fuera de la pista.
¿Lo del vóley te viene de cuna?
Tanto mi madre como mi madre han puesto mucho en la deportista que soy. Mi madre fue jugadora y mi padre fue su entrenador. Crecí rodeada de balones, y viendo las fotos, no creo que tuviera otra opción (ríe).
¿Cómo llevas la preparación para los juegos?
Acabamos de entrar entre las 18 parejas a nivel mundial clasificadas por ranking olímpico. Nos iremos al centro internacional de Lorca, donde estaremos preparándonos tres semanas antes de los Juegos Olímpicos. Tenemos que poner todas las emociones en su lugar y prepararnos mentalmente para vivir la experiencia.
¿Cómo es jugar junto a Daniela?
Es muy especial, porque la química y la conexión que tenemos surgió cuando teníamos 16 años, en categorías inferiores.
¿Alguna anécdota?
Bueno. Antes de que la organización nos dé el hotel para las competiciones, cogemos un Airbnb unos días antes. En Río de Janeiro tuvimos que llegar en barco, con todas las maletas, los balones… y al llegar, el edificio estaba en construcción.
¿Qué significó el bronce en el VB Pro Tour Challenge de Xiamen?
Más allá de subirnos a un pódium, supimos que nos ponía a las puertas de París 2024. También quedar subcampeones de Europa en el Europeo de 2023 fue muy especial, porque fue la segunda vez. La medalla de plata nos supo muy bien, porque estuvimos muy fluidas, con un gran nivel de juego.
¿Cómo es la vida de una deportista de alto nivel?
El sacrificio que tenemos con familia, con amigos… siempre es mayor, pero al final tú decides el camino que quieres coger. Sabemos que el sacrificio tiene su recompensa, incluso hemos encontrado la forma de compaginarlo con nuestros estudios. Lo que tenga que llegar, llegará.
¿Qué le dirías a los deportistas más jóvenes que quieren llegar allí?
Si tienen ilusión, ambición y ganas, pueden empezar por pequeños objetivos o soñar a lo grande, pero que lo hagan con corazón.