Alejandro Camuñas, fundador de Dr. Dears, ha protagonizado un nuevo Martes del Emprendimiento, organizado por el Instituto de Emprendimiento Avanzado, en el que ha demostrado los beneficios de los auriculares y audífonos adaptados, en un encuentro dirigido por el presidente de esta escuela de negocios, Juan Claudio Abelló.
El 15 % de la población sufre pérdida auditiva, a lo que se le suma que “nos dimos cuenta de que el sector musical no prestaba especial atención al oído y era algo secundario”, por lo que Camuñas, ingeniero electrónico, audiólogo y apasionado de la música, decidió emprender mediante “dos marcas que se retroalimentan y tienen sinergias entre sí. La primera, especializada en músicos profesionales, y la más reciente, que es la que da servicio y apoyo a todas las personas que tienen pérdida de audición”.
Su primer proyecto fueron los auriculares a medida para músicos, en los que destacan tres funcionalidades principales: la protección, las referencias que puede recibir a través de él y la comodidad.
Esa comodidad surge de la personalización del dispositivo, “hacerlos a medida, principalmente por la calidad del sonido y el aislamiento”, lo que le ha permitido abrirse hueco en el mercado, ya no solo por el producto en sí, sino por asesoramiento. “Poco a poco fuimos envolviendo lo que es el producto en un servicio más allá de lo que sería simplemente un auricular”, lo que los diferencia de la competencia. “El volumen más alto no es la solución, y ahí es donde vienen los problemas con la pérdida de audición”, explicaba Camuñas, aclarando que “lo que quieres escuchar es una señal y que esté por encima de lo que tienes alrededor, pero si no aísla bien, te obliga a subir el volumen cada vez más”.
Estigma o moda
Aunque reconoce que cada día hay más conciencia al respecto, todavía “a día de hoy nos preocupamos del oído cuando ya tenemos un problema”. Esta pérdida de audición puede tener varios factores desencadenantes, como el genético, el estilo de vida o por el simple hecho de cumplir años.
“Hay personas jóvenes que ya tienen pérdida de audición, y se está viendo que la pérdida de audición no solo es ‘no escucho’ o ‘no entiendo’, en muchas ocasiones escucho y entiendo, pero solo cuando hay silencio. Sin embargo, cuando estoy en un sitio con ruido, mi procesamiento y mi comprensión bajan muchísimo, y eso es un indicador temprano de pérdida de audición”.
Por ello, su otra vía de negocio son unos audífonos muy similares a los auriculares, que “lo que hacen es procesar el sonido en torno, amplificarlo y potenciar frecuencias que sean interesantes, principalmente el habla. Ya permite escuchar música, el entorno, focalizarme, incluso geolocalizarnos”.
Para Camuñas “actualmente hay mucho desconocimiento en cuanto a lo que un audífono puede hacer. Pero por suerte la tecnología ha avanzado muchísimo y la mejor solución en el noventa por ciento de los casos es muy sencilla. Pasa por encontrar el audífono que cubren la pérdida de visión que tiene esa persona”.
Cuando un cliente llega a Dr. Dears, “se le hacen unas mediciones para conocer la pérdida de audición, y se hace una entrevista para saber las necesidades del paciente, cuál es su estilo de vida, sus necesidades también desde un punto de vista estético, y las económicas, porque hay diferentes gamas”.
Visibilidad y concienciación
Según Camuñas, la vergüenza, el estigma e incluso el aspecto económico causan que la decisión se retrase, pero “después la frase más común es: ‘¿cómo no lo he hecho antes?’” Y es que aunque la pérdida de audición puede ser leve, moderada o severa, muchos casos en los que el nivel es bajo, acaban derivando una afectación más severa, y además “se ha descubierto que no tratada es la principal causa del deterioro cognitivo acelerado”.
“Es muy importante la prevención, la concienciación y la normalización. El problema lo tenemos los adultos. Nosotros hace años fuimos al Sáhara a adaptar durante diez días audífonos a las personas que lo necesitaban allí, de forma totalmente desinteresada. Los niños elegían colores como el rojo, el azul, el blanco, porque querían que se viera y disfrutarlo. Pero los padres nos decían que le pusiéramos el de color beige porque se nota menos”, afirmaba Camuñas.
En los próximos meses, Dr. Dears lanzará un nuevo producto para cubrir las necesidades de usuarios “que no necesariamente tiene que ser un músico profesional. Pero seguirá siendo un producto hecho a medida, aunque a un precio más ajustado para que podamos llegar a todos los públicos”.
Otro de sus focos son la población joven, pero en especial la infantil “porque afecta al desarrollo y al lenguaje”
En la próxima década esperan contar con varios establecimiento físicos para “poder acercarnos más a nuestro público, y poder enseñarles a sacar el máximo partido al producto. Igual que la gente cuando se va a graduar las gafas”. Aunque después han pensado en poder crear una franquicia, para lo que abrirán rondas de financiación. También se están poniendo en contacto con instituciones para implementar su servicio.
Para este emprendedor, “no habría sido posible llegar a este punto sin la formación. La formación te ahorra mucho tiempo y dinero. Y en ese caso, la formación de la mano de personas que ya han pasado por ese proceso nos puede acelerar muchísimo todo nuestro desarrollo empresarial”.