Raquel Calvo, creadora de Soluciones (In)visibles (La Seoteca), y Ana Gómez y Marta Hernández, fundadoras de Rasayana Longevidad, han protagonizado un nuevo Martes del Emprendimiento, en el vivero de empresas INNPAR en colaboración con el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón. Wilfredo Jurado, CEO de esta escuela de negocios, ha sido el encargado de conducir el encuentro, tras la presentación de Susana Penedo, concejal de Comercio, Empleo y Desarrollo Empresarial, que destacó el compromiso de Pozuelo con el emprendimiento.
Soluciones (In)visibles: Haciendo visible lo invisible para tu negocio
Soluciones (In)visibles es un proyecto personal que nació hace ya cinco años y lejos de ser una simple agencia de SEO, Calvo la define como una agencia de “transformación digital”. Su propuesta es ofrecer “soluciones invisibles en el sentido de que técnicamente no se ven, pero lo que hacen es aportar valor a cada uno de los negocios”.
Su objetivo principal es “ayudar a autónomos y pequeñas PYMES en su camino hacia la digitalización, mejorando su visibilidad en internet, porque si no estás en internet a día de hoy no existes” y facilitando la escalabilidad para que no “mueran de éxito” al crecer sin procesos automatizados.
Para lograrlo, Calvo no “paquetiza” a los clientes, sino que se adapta a cada uno de ellos, ya que “cada negocio es diferente”. Su clave es la personalización, basada en hacer las preguntas adecuadas y practicar la escucha activa para entender las necesidades específicas. Ofrece planes de acción que pueden ser a corto, medio o largo plazo, buscando dar “resultados tangibles pronto” para mantener la motivación del cliente.
Entre sus servicios se incluye asesoramiento técnico para elegir las plataformas tecnológicas estrictamente necesarias para cada negocio, evitando herramientas sobredimensionadas o inadecuadas. También ofrece formaciones exclusivas.
En cuanto a los números, Raquel adapta su forma de cobro al proyecto: precio por hora para formaciones exclusivas, un precio fijo para proyectos temporales, y una mensualidad para clientes de largo recorrido.
Tras 17 años en una multinacional, Calvo decidió dar el salto al emprendimiento, y confiesa que fue una decisión difícil de entender para su entorno, pero su “inconformismo” y la “necesidad de sentirme viva profesionalmente”, pesaron más. “La vida consiste en tomar decisiones y en ser valientes”.
Para Calvo, que trabaja cómodamente desde casa, el emprendimiento exige “disciplina y fuerza de voluntad”, rodeándote de “personas que sumen y aporten diferentes puntos de vista; emprender no tiene por qué ser un camino aislado”.
Para quienes dudan en emprender aconseja: “se valiente y ten pasión. Si no confías tú en tu propia idea, ¿cómo la vas a vender fuera?”.
A lo largo de la próxima década se ve “en la cresta de la ola”, triplicando la facturación y “siendo un referente reconocido”, pensando ya en escalar y delegar.
Rasayana Longevidad: Invirtiendo en calidad de vida
Rasayana Longevidad es un espacio creado para “poner la salud en manos de las personas”.
Su enfoque es la longevidad, entendida no solo como vivir muchos años, sino cómo “vivir con calidad de vida, disfrutando y sintiéndose completo”. La piedra angular de su trabajo es el ayurveda, la medicina tradicional de la India, que complementan con otras terapias.
Abordan la salud desde una perspectiva tanto “preventiva como reactiva”, aunque reconocen que “llegar a la prevención es un desafío mayor porque a la gente le cuesta invertir en salud hasta que no te duele”. Por ello, cuando alguien acude con un problema, como el estrés, buscan primero encontrar su origen y realizan un diagnóstico basado en la constitución individual y los desequilibrios según el ayurveda. A partir de ahí, proponen un plan de acción personalizado que puede incluir cambios en la alimentación, rutinas y tratamientos físicos.
Sus tratamientos también utilizan, por ejemplo, aceites medicados con hierbas. También ofrecen la combinación de varios tratamientos en una sesión para un efecto más rápido y óptimo. Reconocen que el ayurveda no es una solución rápida; requiere que la persona “se responsabilice de su salud y haga cambios en su estilo de vida, lo que exige paciencia”. Es más que “tomarse una pastilla y seguir con tu vida”.
Su modelo de cobro es por tratamiento y por consulta, ofreciendo combinaciones para personalizar aún más el servicio. Sus clientes llegan principalmente por el “boca a boca”, marketing digital y referencias de su escuela de ayurveda. A la hora de vender, actúan con “honestidad”, proponiendo lo que el cliente necesita, aunque implique más sesiones, y están dispuestas a ajustar el precio si la situación económica lo requiere.
Todo empezó cuando Hernández, a raíz de un problema de salud, comenzó a buscar soluciones y encontró en el ayurveda lo que necesitaba. Por su parte, Gómez tuvo una experiencia previa como emprendedora hace 25 años, “impulsada por la necesidad y la valentía”. Ahora, Rasayana Longevidad es un “sueño común”, un proyecto que las une más allá de ser primas. Creen firmemente que el ayurveda puede ofrecer un gran alivio, sobre todo para el dolor que “les mina muchísimo”. Enfatizan la “unión absoluta entre mente y cuerpo”, señalando que “un dolor físico puede tener origen emocional o de estrés”.
Su consejo para otros emprendedores es “creer en el producto, ser valientes, y no tener miedo. La pasión es clave. Si estás haciendo algo en lo que crees, vamos al éxito seguro: antes o después”. También insisten en la importancia de “seguir aprendiendo” y no temer al fracaso.
En la próxima década, Hernández y Gómez se ven formando a otros terapeutas y expandiendo su alcance para llegar a las personas mayores, especialmente en residencias.