Miguel Ángel Poveda Redondo, cofundador de Wine las Cuatro TTTT, ha protagonizado un nuevo Martes del Emprendimiento organizado por el Instituto de Emprendimiento Avanzado, con el patrocinio de Iberdrola, que ha conducido el CEO de esta escuela de negocios, Wilfredo Jurado.
Las Cuatro TTTT, un emprendimiento familiar, quiere trasladar su filosofía del talento, trabajo, tenacidad y team (equipo), para conseguir el éxito. “Queremos trasladar los valores del deporte al mundo empresarial”, explicaba Poveda. De ahí el nombre de estas latas de aluminio de Frizzante Verdejo, que pretende sumarse a la tendencia de otros países europeos o Estados Unidos, en los que el consumo en lata de vino, aguas de sabores e incluso cócteles, está a la orden del día.
El público objetivo de Las Cuatro TTTT son los jóvenes millennials que no están tan familiarizados con el consumo de vino, ya que se adapta a sus necesidades. “La idea surgió una tarde de verano con mis hijos. Queríamos hacer algo diferente y para la gente joven. Así unimos dos generaciones, la milenial y la silver”.
“Es un producto fácil de transportar, se enfría más rápido, conserva el sabor y es 100% reciclable”, lo que lo hace más atractivo tanto para el público joven, ya que “está pensado para consumir en eventos al aire libre”, como para la exportación, otro de sus principales objetivos, incluyendo países del norte de África o latinoamericanos.
Disfrutar de los momentos
Su producto está pensado para “disfrutar de los momentos, con una chispa social. Pero no pretendemos ser un vino bueno, por ejemplo, para una cena. No está reñido con el buen vino”, según Poveda, que ha detectado que “nuestro público mayoritario son las mujeres”.
Su frizzante, con tan solo un 5.5% de alcohol, se elabora mediante un proceso de fermentación de mosto de uva de la variedad verdejo, al que se le aplican carbónicos, obteniendo una bebida delicada y ligera, con aromas afrutados y florales. “Para algunos es como un refresco de vino”, lo que les permite centrarse en un nicho más concreto, el de la cerveza y los refrescos, dentro de un sector en el que hay mucha competencia.
“Desde que salimos al mercado, más bodegas se han sumado a este concepto, y eso significa algo”, explica Poveda, que asegura que “a la gente le sorprende y les gusta, porque es un sabor más afrutado, adecuado para el momento”.
Paso a paso
Buena parte de sus ventas son a través de su portal web, pero también están presentes en lineales de pequeños supermercados, y cada vez más empresas de catering están utilizando su vino en eventos muy diversos.
Ofrecen packs de cuatro o veinticuatro latas, con un precio aproximado de dos euros y medio por unidad. En su año y medio de existencia han producido más de 22.000 latas.
No poseen viñedos, así que compran el vino, lo enlatan y lo distribuyen. De los dos primeros pasos se encarga un proveedor con el que han llegado un acuerdo, y al que le suministran las latas, mientras este prepara la bebida y la envasa.
Querían empezar con tres variedades; una rosada, un verdejo y una versión sin alcohol, pero este proveedor les aconsejó comenzar con un único producto. Aunque ahora, tras la demanda y las posibilidades de exportación, están trabajando en la opción 0,0% alcohol.
Para Poveda, “lo bueno de las pequeñas producciones es que producimos según nuestras necesidades, y no tenemos que invertir en infraestructura o maquinaria. Aun así, tenemos un producto único”, aunque no hay que olvidar que “es un producto de volumen, para poder tener un buen margen de beneficio”. “Hay que trabajar en hacer operaciones grandes, pero sin olvidar las pequeñas (comercios, locales, catering…) que son las que te proporcionan un colchón”
Un emprendimiento familiar
El equipo está formado por Poveda y dos de sus hijos, y aunque “las decisiones las tomamos por consenso”, el padre lidera el proyecto, su hijo se centra en el aspecto comercial, y su hija lleva el marketing y la imagen de marca. La dedicación del equipo al proyecto es a tiempo parcial y destinan parte de sus beneficios a fines sociales en países en desarrollo como República Dominicana, Madagascar o Haití.
No se conforman con su actual cuota de mercado, pretenden ir más allá “pero paso a paso”. Por ejemplo, la próxima semana son los patrocinadores del día internacional de España en Berlín. Incluso tienen en mente crear una vinoteca.
Para Poveda “es un sector creciente, así lo demuestran competiciones como el concurso internacional de vino de lata de California”. Aunque además del vino en lata, también cuenta con “el formato de siempre”. Una colección de tintos Denominación de Origen Toro, esta vez en botella de cristal.
Dentro de diez años “queremos que nos vean como una alternativa y que nos podamos expandir poco a poco, aprendiendo y haciendo. Queremos continuar teniendo un feedback positivo”. “Cuando uno lleva el emprendimiento dentro y le acompañan sus hijos, es un camino muy bonito”.
Como consejo para los nuevos emprendedores, Poveda explica que “cada uno tiene un talento, y con trabajando, con tenacidad, un buen equipo, tendrás éxito. Es importante no perder la ilusión, porque te encontrarás con obstáculos, fracasos… pero eso en otros lugares, como Estados Unidos, es un valor añadido. Hay que priorizar nuestra idea sin tener miedo”. “Si tienes ideas y las trabajas, puedes conseguirlo”.
Además, dentro de los premios de voluntariado deportivo, como los campus de baloncesto que realizan en Madagascar, Poveda ha entregado el premio al “Mejor Centro de Emprendimiento” al Instituto de Emprendimiento Avanzado.