Alejandro Martín, fundador y CEO de Mimoto, ha protagonizado un nuevo Martes del Emprendimiento, organizado por el Instituto de Emprendimiento Avanzado y dirigido por el CEO de esta escuela de negocios, Wilfredo Jurado, que dejó patente la nueva realidad de la movilidad en las ciudades, donde los pequeños vehículos cada vez están más presentes.
Mimoto nació de una frustración personal compartida por sus tres fundadores, todos “muy moteros”, quienes sufrían “en primera persona los inconvenientes de movernos en moto por las ciudades”, como el riesgo de robos o golpes, y la incomodidad de cargar con el casco. La solución inicial fue crear el primer parking para motos en el centro de las ciudades, buscando la escalabilidad y la gestión autónoma sin personal.
Sin embargo, el primer piloto en Alicante reveló una verdad crucial: “las ideas que tenemos muchas veces en la cabeza, una vez que las aterrizas, te das cuenta de que no es tan sencillo”.
Transformando desafíos en oportunidades
La pandemia del Coronavirus, aunque inicialmente supuso un “impacto muy importante”, se convirtió en una oportunidad para pivotar. Alex y su equipo se dieron cuenta de la creciente importancia de la “movilidad en el centro de las ciudades, zonas de bajas emisiones, los patinetes, las bicicletas” y la “expansión brutal” del comercio digital y la infraestructura de movilidad necesaria. Así, sus espacios, inicialmente pensados solo para motos, se transformaron en “espacio multiservicio” para otros medios de transporte y, crucialmente, para “empresas de reparto sostenible de última milla”.
Lo que comenzó como un modelo B2C (para clientes), pivotó rápidamente a B2B (para empresas). Actualmente, Mimoto cuenta con más de 5.000 clientes en siete parkings operativos en ciudades como Barcelona, Madrid, Zaragoza, Alicante y Sevilla. La clave de su rentabilidad radica en su tecnología de inteligencia artificial propia que gestiona los parkings de forma autónoma, eliminando costes de personal y permitiendo su rápida apertura en cualquier lugar.
Una de las grandes revelaciones del proyecto es su evolución hacia una “startup retail proptech”. Lejos de ser concesiones de suelo público, los parkings se establecen en locales comerciales, “a menudo aquellos que llevan mucho tiempo cerrados” o “con graffitis en las puertas, pero bien ubicados en calles traseras que se pueden adquirir a un alquiler muy asequible”. Así, el negocio busca “rentabilizar activos inmobiliarios”, convirtiéndose en el “Airbnb de los locales comerciales”. Mimoto tienen actualmente dos locales en propiedad y el resto, liquida mensualmente a los propietarios, quedándose con un porcentaje de los ingresos y asumiendo el riesgo.
El camino no ha estado exento de desafíos. La adquisición de clientes, inicialmente complicada por los altos costes de marketing, evolucionó gracias al boca a boca. Alex afirma que “prácticamente ya no invertimos en publicidad y funciona muchísimo el boca a boca”.
Un modelo adelantado a su tiempo
La relación con las administraciones públicas y la normativa también ha sido compleja. Alex señala que la actividad de Mimoto “no está recogida en la normativa” y se enfrentan a “leyes urbanísticas de hace 80 años pensadas para coches”, lo que genera problemas para obtener permisos. Sin embargo, la empresa ha logrado el apoyo de organismos como ENISA, que ha sido “vital para poder continuar y sacar adelante el proyecto”.
El fundador también aborda la dura realidad del emprendimiento, donde la “salud mental del emprendedor” es un factor poco hablado que contribuye al fracaso del “85% de las empresas antes de los cinco primeros años”. Alex reconoce haber estado “en quiebra técnica” y “en la UCI como empresa muchas veces”, y destaca la importancia de la confianza con inversores y proveedores. Reconoce que el “optimismo patológico” es necesario, pero “debe ir canalizándolo para evitar decisiones que lleven a fracasos”.
Mirando al futuro, Alejandro confía en que “Mimoto va a ser un proyecto de éxito, de gran éxito, tiene muchísimo potencial”. Para él, el horizonte personal es un ejemplo de liderazgo consciente. Cuando el proyecto pueda andar por si solo, estudia “dar un paso al lado y que se encargue alguien que realmente lleve Mimoto al siguiente nivel”.
El emprendimiento: “una forma de vida”
Alejandro destaca que el emprendimiento “no es una forma de ganarse la vida, sino es una forma de vida”, que implica constancia y compromiso. Aunque pensar “que vas a ser tu propio jefe es el primer error. No hay nadie con más jefes que un emprendedor. Todos tus clientes son tus jefes”.
“Trabajar en la empresa privada para coger mucha experiencia y conocerse bien a uno mismo, con un horizonte claro, aprendiendo de los errores y aprovechando el networking”, son algunos de los consejos que deja el fundador de Mimoto para todos aquellos que piensan en emprender.
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