El próximo 20 de abril, Sonsoles Ónega, presenta su libro “Las hijas de la criada”, una novela de ficción histórica, en el teatro de la Casa de la Cultura Carmen Conde, a partir de las 19:30 horas de la tarde.
La novela, ganadora del Premio Planeta 2023, nos sumerge en un apasionante relato en un remoto pazo de Galicia. Hay secretos de familia que merecen ser contados. Esta es la historia de uno de ellos. Una noche de febrero de 1900, en el pazo de Espíritu Santo, llegan al mundo dos niñas, Clara y Catalina, cuyos destinos ya estaban escritos. Sin embargo, una venganza inesperada sacudirá para siempre sus vidas y las de todos los Valdés. Hasta ahí podemos leer.
En Papel conversa con Ónega sobre su trabajo al frente de un programa diario en Atresmedia como es Y ahora Sonsoles, con el que lidera su franja horaria y su pasión por escribir
Las hijas de la criada es una novela muy coral y femenina. El peso de la trama y de las decisiones lo llevan las mujeres. ¿Es marca de la casa esta predisposición hacia ellas?
Me gustan los personajes femeninos, fuertes y un poco inconscientes de su poder. No me puedo abstraer de mi mirada, ¡soy mujer!, y me gusta crear figuras que inspiren o puedan ser ejemplo para mí.
El grueso de la novela lo carga sobre sus hombros doña Inés, pese a que sea un título en plural, Las hijas de la criada, Doña Inés es una mujer insobornable, capaz, coherente y resistente. ¿Se ha inspirado en alguien para este perfil tan nuclear?
La verdad es que no… La he ido creando poco a poco. Ya sé que hay quien dice que un personaje no puede evolucionar con la historia, que es como un hijo malcriado que hace lo que le viene en gana, pero en mi caso no es así. Los personajes crecen con su historia.
Su personaje favorito es Clara, ¿por qué? Pero, ¿hay alguno que puede llegar a caer mal a su propia autora?
(Jajaja) Sí, claro. A mí me ha cargado don Gustavo, ¡tan cobarde! Clara es mi favorita porque es una mujer que, pese a todo, consigue ponerse de pie.
Ha dicho que esta novela nació de “un relato real, el intercambio de dos niñas en un hospital de Logroño. Me pareció que detrás de aquel titular, pensé que ahí había una novela. A partir de ahí, entra el trabajo creativo”, ¿cuál fue ese primer germen de la novela? ¿cómo fue evolucionando?
De aquel primer titular surgió toda una historia que se ha ido escribiendo poco a poco. Me apetecía mucho investigar el mundo de la Galicia del mar, de aquella industria llena de una riqueza extraordinaria que alimentó a generaciones enteras.
Juan Eslava Galán, jurado de los Premios Planeta, ha señalado que “para escribir hay que leer y vivir”. Fueron necesarios tres años sacar a la luz esta novela. ¿Ha viajado a todos los escenarios que describe en ella? Sobre todo, Galicia. Puesto que los libros están muy presentes en esta historia, ¿en qué invierte más tiempo? (leer o escribir)
Situarme en Galicia no me cuesta nada porque es mi segunda tierra y donde pasé los mejores años de mi infancia y adolescencia. Fue más difícil documentar el mundo de la industria conservera gallega y para eso recurrí a algunos trabajos de la universidad de Vigo y a la memoria recogida por la familia Masso. Dedico mucho tiempo a leer.
¿Por qué se presenta alguien al Planeta cuando tiene tan poco tiempo por culpa de un trabajo duro en los medios de comunicación y el cuidado de una familia con hijos pequeños? ¿Qué es lo mejor que le ha dado este premio?
¡Eso digo yo! En realidad, es tan importante la carrera periodística como la literaria y, cuando acabé Las Hijas de la Criada, pensé que podía intentarlo. ¿Lo mejor del premio? Indudablemente su potencia es buena para la novela. La coloca en todas las librerías y bibliotecas, te permite llegar a muchos lectores… ¡y te llena de responsabilidad para la siguiente!
¿Mientras la escribía tenía la sensación de que este libro podía ser uno de esos que marcara su trayectoria como escritora?
No lo piensas… Piensas en cómo la recibirá el lector. Si disfrutará con ella y te regalará su tiempo.