El Partido Socialista de Majadahonda ha conseguido los votos a favor de todos los grupos municipales en la moción que ha llevado esta semana al pleno municipal para atender las problemáticas de la Gran Vía, el tránsito para personas con movilidad reducida, goteras en el parking subterráneo o una iluminación insuficiente.
Fue en el año 2010 cuando se realizaron las últimas obras de cierta envergadura con la peatonalización hasta la ermita. En el 2016 tras un acuerdo plenario se aprobó la remodelación del pavimento de la Gran Vía, con un presupuesto de 1.093.265,12 euros, pero cuyo concurso quedó desierto en 2018.
El objetivo es la sustitución del pavimento y la eliminación de las barreras arquitectónicas en la zona, así como otras propuestas, por ejemplo, para mejorar el alumbrado en la Gran Vía, respondiendo así a las quejas vecinales.
“Queremos que la Gran Vía de Majadahonda siga siendo el ejemplo y modelo de la transformación y modernización de Majadahonda y para ello se proceda a la mejora del alumbrado y al cambio de pavimento para evitar resbalones y caídas en la vía pública, así como facilitar la movilidad a vecinos y vecinas con diversidad funcional y/o problemas de movilidad.”, ha señalado el portavoz socialista, David Rodríguez Cabrera quien ha añadido que se trata “de una propuesta puntual que se une a la puesta en marcha de la eliminación de todas las barreras arquitectónicas en Majadahonda, especialmente en la zona centro, con la rehabilitación de edificios antiguos y la instalación de ascensores externos que permitan a muchos vecinos que no pueden salir de sus casas, por problemas de movilidad, poder llevar a cabo una vida normal”. Además ha añadido que “el proyecto incluya la instalación de un sistema podotáctil de señalización para ciegos que minimice los riesgos de caída así como la instalación de pictogramas, marcas viales para personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA)”.
La aprobación por unanimidad de la moción para una renovada Gran Vía, cuyas obras podrían llevarse acabo con motivo del cincuenta aniversario de su urbanización, ha llevado a David Rodríguez Cabrera a animar al equipo municipal a aprovechar esta obra para “implementar zonas de bajas emisiones, y así ampliar la peatonalización de la ciudad hacia la zona de la calle Doctor Calero”.