El Teatro Amaya de Madrid acoge la obra La cena de los idiotas. El cómico Josema Yuste vuelve a dirigir el clásico del francés Francis Veber, que posteriormente en 1998, él mismo volvería a dirigir en cine. Sobre las tablas del Amaya, tres grandes cómicos del panorama español: Agustín Jiménez, David Fernández y Juanra Bonet.
Los tres tienen una química especial que hace las delicias del respetable. La obra es ágil y divertida, como la original, algo que no es sencillo de conseguir si tenemos en cuenta que estamos hablando de una de las grandes comedias de la historia del teatro. Grande con mayúsculas.
Agustín Jiménez está realmente espectacular interpretando al idiota. Un papel que viene con la mochila de haber sido interpretado anteriormente por el genial cómico francés, ya fallecido, Jacques Villeret. Sin embargo, su comicidad a la hora de dar vida a este personaje es absolutamente brutal.
En sus flancos, otros dos grandes. Por un lado, tenemos a David Fernández quien se pone en la piel de dos personajes. Uno que es muy secundario pero que hace mucha gracia y, otro, el del inspector de Hacienda que, sin querer, se eleva como un robaescenas de primer nivel. Sus caras y sus gestos, así como la química evidente con Jiménez y Bonet, hacen de sus minutos en escena una absoluta maravilla.
Por último, tenemos al otro protagonista. El conocido presentador televisivo da el salto al teatro como actor y sale por la puerta grande. Tiene una voz que parece diseñada para estar sobre el escenario. Pero es que su interpretación está a la altura de Thierry Lhermitte, el magnífico actor francés que lo interpretó en cine. Se avecinan buenos tiempos para este actor.
El resto del elenco está muy bien, pero es que es un problema coincidir sobre el escenario con tres monstruos de la comedia como son Agustín Jiménez, David Fernández y Juanra Bonet. Ojalá estos tres vuelvan a coincidir en próximos proyectos porque verles juntos actuando es, simplemente, una auténtica gozada para el espectador.