GREFA ha colocado emisores GPS a 1.300 animales para ayudar a las especies protegidas y amenazadas. Según han informado desde la Ong, cuyo hospital de fauna salvaje está en Majadahonda, más de 400 aves están siendo seguidas gracias a los emisores GPS que portan cada una de ellas. Se trata de una “tecnología de monitorización a larga distancia que ha supuesto toda una revolución por su aplicación al estudio y la conservación de las especies amenazadas”. “Estos ejemplares cuyos emisores se mantienen activos en la actualidad forman parte de los 1.300 animales, pertenecientes a más de veinte especies, a los que GREFA ha colocado estos dispositivos para su seguimiento durante los más de cuarenta años de actividad de esta ONG”, explican.
Así, tan sólo en 2022, casi 200 animales han sido marcados por GREFA con GPS, que se suman a otros muchos a los que se les realiza seguimiento y que “llevan ya años transmitiendo información” sobre sus desplazamientos y amenazas, mientras que también los hay que “ya no son objeto de seguimiento por haberse agotado la batería del emisor, por pérdida de este dispositivo o por muerte o desaparición del ejemplar monitorizado”. La mayoría de los animales pertenecen a especies de rapaces catalogadas como amenazadas, también se ha utilizado esta tecnología con otras aves e incluso con mamíferos y con reptiles.
Desde su creación en 1981, GREFA gestiona en Majadahonda uno de los hospitales de fauna salvaje “más importantes de Europa”, con más de 7.200 animales ingresados en 2022. En cuanto al seguimiento por GPS, explica el presidente de la entidad, Ernesto Álvarez, que gracias a este sistema se puede abordar un “rastreo constante y preciso de la fauna silvestre que nos muestra cómo vive, por dónde se mueve y, lo que es más importante, qué amenazas le afectan más”.
Del total de 1.300 animales marcados con este medio, más de 900 corresponden a cuatro especies de rapaces catalogadas como amenazadas en España: el águila de Bonelli (441 ejemplares), el buitre negro (284 ejemplares), el milano real (158 ejemplares) y el águila imperial (48 ejemplares). También es objeto de seguimiento por parte de GREFA el pigargo europeo, “el águila de mayor tamaño de nuestro continente”, declarado como “Especie extinguida” en España desde 2018. Detalla Álvarex que esta formidable rapaz es objeto de un proyecto de reintroducción en España, en fase experimental, por el cual están siendo seguidos por GREFA más de 20 pigargos europeos dotados con GPS que habían sido previamente liberados en la costa oriental de Asturias. “De hecho, más del 40% de los animales de diferentes especies que GREFA marca y sigue gracias a la tecnología GPS forma parte de proyectos de reintroducción, en virtud de los cuales se liberan ejemplares para reforzar poblaciones precarias de la fauna amenazada o incluso para que ésta vuelva a zonas donde desapareció por completo”, puntualiza.
Autor: En Papel