Se acerca el verano, muchos nos acordamos de ponernos en forma. La frenética vida de hoy en día, en muchas ocasiones, no nos permite seguir una alimentación correcta y un modo de vida sano. Por eso hemos charlado con María Pérez-Fadón, dietista y vecina de Majadahonda.
Es coautora del libro ‘Mucho más que un libro de recetas’, una guía sencilla e intuitiva para que puedas crear tus propios menús, con recetas fáciles, económicas y para toda la familia. “Tenemos que prestar atención a las etiquetas en los supermercados, porque no sabemos lo que comemos. El 80% de los productos que se venden en supermercados son ultraprocesados. Productos altos en grasas malas, sal, azúcar, edulcorantes, aditivos y con escaso valor nutricional, son poco o nada recomendables”, explica Pérez-Fadón, que apunta que “las palabras ‘natural’, ‘de la abuela’, ‘casero’ ‘enriquecido en calcio’, ‘con omega 3’, son reclamos publicitarios en los que no debemos caer”.
Como denominador común para todos aquellos que quieran un cambio de vida, “deberían consumir muchísimos más alimentos de origen vegetal y materias primas”, según Pérez-Fadón, que asegura que “influye mucho, muchísimo. Lo que ocurre es que vemos la inmediatez y no el medio y largo plazo, que es donde se nota esa inversión en salud”.
¿Por qué debemos examinar las etiquetas de los productos?
Porque no sabemos lo que comemos. El 80% de los productos que se venden en supermercados son ultraprocesados (productos altos en grasas malas, sal, azúcar, edulcorantes, aditivos… Y con escaso valor nutricional), son poco o nada recomendables. Pero la industria alimentaria tiene muy estudiado como hacernos comprar cosas que no necesitamos, incluso haciéndonos creer que son buenas o no tan malas.
¿Cuáles son las claves para entenderlas?
No es tan sencillo, viene en letras minúsculas, nos puede confundir la lista y la tabla nutricional que son 2 cosas muy distintas… por eso en este libro quisimos incluir Tips para que resulte más fácil entenderlas: por ejemplo saber que el orden en que aparecen los ingredientes en la lista es según la cantidad de los mismos, de más a menos. Que entendamos lo que pone, si empiezan a aparecer muchos nombres raros, desconfía. Y que haya pocos ingredientes en la lista (máximo unos 5). También hablamos de los límites de sal, de azúcar o como distinguir si llevan grasas de buena calidad.
El marketing en la alimentación está causando mucha confusión en el consumidor, ¿cómo podemos quitarnos ese halo publicitario que rodea los productos que compramos a diario?
Teniendo claro que todo lo que aparece en grande y llamativo es eso, marketing, las palabras “natural”, “de la abuela”, “casero” “enriquecido en calcio”, “con omega-3”, son reclamos publicitarios en los que no debemos caer. Se usan estrategias que se aprovechan de los sectores de población más vulnerables: padres primerizos, familias de bajo nivel cultural o económico, personas con sobre peso, obesidad o con patologías leves.
¿Hablamos de dieta o de hábitos? ¿Comer sano es aburrido?
Hay que instaurar hábitos saludables y hay que hacerlo por salud, no por estética. De nada sirve estar a dieta unas semanas o pocos meses. Entendemos que estar a dieta es restricción, pasarlo mal y que tiene una duración limitada en el tiempo. Pero si lo vemos como empezar a preocuparnos por lo que metemos a nuestro cuerpo y que ello va a influir en tu nivel de energía, tu estado de ánimo, tu calidad del sueño, incluso en tu líbido, tu fertilidad y por supuesto tu compasión corporal, la cosa cambia. Solo te voy a nombrar algunas recetas del libro y verás que de aburrido nada: Pizza de pollo, Hamburguesas de salmón, garbanzos con langostinos al curri o pink pasta… y hay 60 recetas.
En el primer capítulo empezáis fuerte desmontando los mitos de la alimentación, ¿cuáles son esos mitos?
Desmontamos 14 grandes falsos mitos en Nutrición. Elegimos los más populares, pero hay miles. Seguro que los has oído todos.
1-Toda la vida se ha comido así y no nos ha pasado nada.
2-Los niños necesitan azúcar para su cerebro.
3-Los edulcorantes son la solución.
4-La fruta tiene mucho azúcar.
5-Los lácteos son imprescindibles para tener suficiente calcio.
6-Los integrales son para quién quiere adelgazar
7- Las grasas son malas.
8-El aceite de oliva es mejor que el de girasol
9-El huevo sube el colesterol “malo”.
10-Hay que desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo.
11-Cuantas más vitaminas y minerales mejor.
12-Para estar sano hay que seguir la Dieta X.
13-El alcohol se evapora cuando cocinas.
14- El café debe ser negro y amargo.
Hay personas que quieren perder peso, otras que simplemente quieren mejorar su estado de salud y también hay quien quiere conseguir un físico determinado. Pero lo esencial, además del deporte, es la dieta. ¿Qué consejos, en líneas generales, darías a tus vecinos para mejorar su alimentación?
Consumir muchísimos más alimentos de origen vegetal. Tan solo el 11% de la población consume suficientes frutas y verduras. Recomiendo un mínimo de 3 raciones de fruta y 2 de verdura, mejor de cercanía y de temporada. Incluir también más legumbres, cereales integrales y grasas de buena calidad. Que el agua sea nuestra bebida de referencia y reducir el consumo de sal. Que llenen la cesta de la compra de alimentos (materias primas) complementados con buenos procesados y que dejemos los ultraprocesados para consumir pocas veces al mes.
¿La alimentación y la actividad física son los únicos factores determinantes para lograr ese cambio?
Yo suelo decir que la salud tiene 4 pilares fundamentales: alimentación, ejercicio físico, descanso y estabilidad emocional. Si llevas una alimentación saludable y vas al gimnasio 4 veces a la semana, pero estás superestresado o no descansas, no vas a encontrarte bien y no vas a conseguir una composición corporal adecuada. Hay que poner atención a todos los pilares porque entre ellos se relacionan, deberíamos cuidarlos todos y darles la misma importancia.
En el libro explicáis recetas sencillas y para todos los públicos, ¿es necesario simplificar este tipo de información que para muchos se acaba haciendo cuesta arriba?
Hoy en día, casi nadie tiene tiempo o no le gusta o no sabe cocinar. En consulta con mis pacientes lo que más agradecen y les ayuda es que les de sus menús organizados, incluso con lo que tienen que comprar. Por eso en el libro queríamos incluir un menú guía y 4 menús ya elaborados con las recetas del propio libro para facilitárselo mucho a las familias.
Y, ¿cómo conseguir lo más importante, la constancia? ¿Qué puede jugar a favor de que no acabemos fallando en el intento?
Por mi experiencia profesional te diré que lo que más motiva son tres cosas. Por un lado lo bien que te sientes, cargado de energía, ligero, gastrointestinalmente regulado…Ver que comes rico, sabroso y no pasas hambre, esto es fundamental. Y por último, entender las cosas, que te las expliquen bien, de forma sencilla, como en este libro.
¿Hasta qué punto nuestra alimentación acaba influyendo en nuestro estado de salud futuro? ¿Lo es todo?
Influye mucho, muchísimo. Lo que ocurre es que vemos la inmediatez y no el medio y largo plazo que es donde se nota esa inversión en salud. De hecho puede ser la diferencia entre tener una vejez con mayor o menor calidad de vida y todo lo que eso supone: manejarte por ti mismo o depender de alguien, medicarte o no, y ni hablemos de lo que se ahorra o no a nivel global en sanidad.
¿Qué motiva a la gente a cambiar cada vez más sus hábitos? ¿Enfermedades, concienciación…?
Creo que hay una mezcla, la gente ahora tiene mucho acceso a la información y se interesa más (aunque esto es un arma de doble filo si no acudimos a fuentes fiables) y por supuesto las patologías, a veces solo cuando “vemos las orejas al lobo” es cuando tomamos conciencia de que tenemos que cuidarnos. Yo siempre digo: no esperes a eso, cuidate ya para vivir más años, pero sobre todo para vivirlos con mayor calidad de vida.
Puedes seguirla en Instagram ocmo @comerbiensin. La entrevista completa estará disponible en la página web www.enpapel.es