A las diez y cuarto de esta mañana los Bomberos de la Comunidad de Madrid recibieron un aviso del colegio Zola de Las Rozas por un “fuerte olor entre gas y quemado” que habían detectado en el interior centro.
Poco después, tanto los alumnos como el profesorado fueron desalojados de acuerdo con el protocolo, sin sufrir ningún daño ni intoxicación, permitiendo el acceso a los bomberos y al equipo de técnicos de la empresa suministradora de gas. Hasta el lugar, además del cuerpo de bomberos, también se desplazó la Policía Local, SAMER y Protección Civil.
Los 1.700 alumnos del colegio fueron enviados a casa como medida de precaución. El centro educativo suspendió las clases y contactó con los progenitores de los escolares para mantenerles informados. Los padres destacan la “estupenda” actuación del centro, “que ha informado en todo momento, preocupándose porque los niños estuvieran bien y abrigados”.
Tras cortar el suministro, la inspección no logró dar con la supuesta fuga, aunque sí se pudo confirmar, además del olor, una ligera bajada de presión en el circuito de gas natural. Aunque fuentes del centro aseguran que “no se ha detectado ninguna irregularidad en las instalaciones”, por lo que han confirmado “la reanudación de las clases con total normalidad el próximo lunes 10 de febrero”.
En un comunicado, el colegio asegura haber encontrado “en uno de los baños de estudiantes los restos de un envase que contenía un líquido de olor muy fuerte. En particular, se ha corroborado que desprendía el mismo olor detectado en un primer momento, y que ha provocado la evacuación según protocolo de seguridad interna, que posteriormente fue confirmada por los servicios de emergencia”.
Este envase podría haber sido el causante de la activación del protocolo, por lo que el centro ha iniciado las acciones necesarias para identificar al autor o autores de este “desafortunado incidente”. “Siendo conscientes de las dificultades sobrevenidas en el día de hoy, agradecemos profundamente su rápida respuesta y comprensión”, termina diciendo el comunicado.
Hace ahora un año de que este centro tuviera otro susto, con un pequeño incendio en sus cocinas, que también obligó al desalojo del alumnado en las mismas condiciones.