Una de las iniciativas del grupo “Jóvenes Activos”
Cocinando historias es un proyecto surgido del grupo de participación juvenil Jóvenes Activos, del Área de Juventud del Ayuntamiento de Las Rozas, formado por más de 40 jóvenes que se reúnen periódicamente con el fin de organizar iniciativas sociales, acciones ambientales y eventos solidarios.
En una de sus convivencias de fin de semana, y a través de la metodología ‘Design thinking’, desarrollaron varias ideas con el fin llevar a cabo acciones con las que afrontar las problemáticas que ellos mismos han identificado como retos de la sociedad actual.
Las temáticas elegidas fueron: tabaquismo en jóvenes, bullying, pensamiento crítico, desinformación en las redes y soledad no deseada en personas mayores. Aquel encuentro, organizado por el Área de Juventud el pasado noviembre, fue el germen de este proyecto que vio la luz por primera vez el domingo 9 de marzo. El principal objetivo de la propuesta es crear un espacio de intercambio, donde jóvenes y mayores puedan compartir y conversar entre ellos.
La cocina es el vehículo que articula la interacción donde, además de las recetas, hay tiempo para escuchar las vivencias de unos y otros, acercando dos mundos que en ocasiones nos parecen alejados. Además, Cocinando Historias contribuye a combatir la soledad de las personas mayores, dotar a los jóvenes de habilidades culinarias y contribuir al mantenimiento de un acervo cultural tradicional y familiar en forma de recetas. En el primer encuentro, que se llevó a cabo en el Centro de la Juventud, participaron 15 jóvenes y 12 mayores provenientes de los Centros de Mayores El Baile y El Parque.

El alcalde de Las Rozas, José de la Uz, acompañado de la concejal de Familia y Servicios Sociales, Ruth Agra y el concejal, Alberto Sánchez, no quisieron perderse
el encuentro y compartieron buena parte de la mañana contribuyendo a dinamizar el acercamiento intergeneracional. “Estamos muy orgullosos de este proyecto que nace de la iniciativa de nuestros jóvenes participantes en el grupo de Jóvenes Activos de Las Rozas y que une a dos generaciones de roceños. Utilizar la cocina para combatir la soledad y compartir esta experiencia entre jóvenes y mayores es una idea muy original que estamos convencidos de que enriquecerá a todos los participantes”, señaló De la Uz.
Comenzaron la jornada acudiendo a una superficie comercial para realizar la compra de ingredientes, y donde los mayores ya les enseñaron a optimizar el carro de la compra. A continuación emprendieron el camino hacia el Centro de la Juventud, donde ya estaba todo preparado para empezar a cocinar, e intercambiaron vivencias sobre las recetas y cocinaron algunas delicias como albóndigas de la abuela de Paula, piña rellena de Mayte, arroz con leche de Elisa, ensaladilla rusa de Mila, tortilla de chorizo de J. Antonio, huevos rellenos de Susana y coca de Piti.
En cada encuentro se realizará una ficha por receta en la que, además de los ingredientes y la elaboración, se recoge la historia de esta que la pone en contexto y nos ayuda a conocer un poco más a la persona que la enseña. Una vez finalizado el proyecto se realizará una publicación en formato libro de recetas para que todo este conocimiento culinario compartido permanezca vigente por mucho tiempo.