El Rayo Majadahonda ha cosechado un empate contra el Badajoz que, aunque no son los tres puntos tan ansiados para alejarse de la zona roja, sí le permiten permanecer una semana más fuera del descenso. Actualmente los de Santaelena tienen 26 puntos, dos por encima de los puestos a evitar, pero a tan solo 3 de mitad de la tabla que la marca en Linense.
Así, un solo partido puede dar la tan ansiada tranquilidad o volver a poner la espada de Damocles del descenso sobre los jugadores majariegos. La próxima jornada supone una prueba de fuego, ya que los rayistas se enfrentan al Celta B, que está en quinta posición y en fase de ascenso.
El partido
El encuentro ha comenzado con un ritmo alto y dos propuestas de juego destinadas a atacar a través del buen trato de balón. En los cinco primeros minutos ambos conjuntos firmaban sus primeras llegadas a área rival, aunque ambas no tendrían premio. Hubo que superar el cuarto de hora para ver el primer disparo a puerta, blocando Lucho García sin apuros el chut de Gorka Santamaría. Con el transcurso de los minutos el ritmo decayó, y la batalla en el centro del campo impedía que se vieran excesivas ocasiones en la primera mitad.
En la reanudación, el primer acercamiento del segundo acto fue para Íñigo Alayeto, aunque no acertó a definir entre los tres palos. Los majariegos se amoldaban mejor a lo que el partido demandaba en el primer tramo, controlando en mayor porcentaje la posesión. A su vez, respondían con solvencia a las exigencias en labores defensivas. Las rotaciones desde el banquillo, destinadas a la zona ofensiva, buscaban dar un aire nuevo al equipo, indicando las claras intenciones de Alfredo Santaelena en busca de los tres puntos.
El CD Badajoz se topaba con la madera en la recta final, y el desenlace podía decantarse a favor de extremeños y madrileños. La última internada ofensiva tendría firma majariega, aunque el centro enviado al área no logró encontrar la cabeza de David Rodríguez. Finalmente, los esfuerzos realizados en busca de la victoria no obtuvieron el premio deseado y regresando a Madrid con un punto de la visita al Nuevo Vivero de Badajoz.