Con el fin de año es momento de plantearse si podemos reducir la factura fiscal. Las deducciones fiscales, normalmente, nos compensan una parte de un gasto (donativos, vivienda, eficiencia energética…), pero hay una deducción que nos premia por invertir, por lo que la ganancia puede ser doble: el resultado de la inversión y el ahorro impositivo. Es la deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación.
¿Qué debemos saber de esta deducción?
Que Hacienda nos devolverá, vía deducción en la próxima declaración de IRPF, el 50% de las cantidades que invirtamos en empresas de nueva o reciente creación, siempre que no tengamos una posición de control en la empresa en la que invertimos (es decir, debemos tener menos del 40% de participación, ya sea directa o indirecta).
La inversión debe realizarse en la constitución o en los 5 años siguientes (a través de ampliación de capital), y la invertida debe tener unos fondos propios menores a 400 mil euros en el inicio del ejercicio en el que se invierte. También debemos desinvertir antes de 12 años, pero si reinvertimos las ganancias en otra empresa de similares características, la ganancia estará exenta de tributación.
Es una oportunidad magnífica para ahorrar en la factura fiscal, a la vez que realizamos inversiones rentables a futuro. Y más ahora, que las dudas sobre la viabilidad del sistema de pensiones (cada vez hay menos cotizaciones respecto a las pensiones que debemos pagar) hacen que debamos plantearnos el cómo invertir para tener un ‘colchón de seguridad’ en el futuro.
Y la pregunta del millón, ¿en qué invierto?
Deben ser empresas de nueva o reciente creación, por lo que no hay un mercado regulado donde elegir (i.e. Bolsa). Las empresas de nueva creación, conocidas como startups, son la posibilidad más intuitiva para aplicar la deducción. Hay multitud de foros o plataformas de crowdfunding donde poder invertir en este tipo de sociedades. Son buenas oportunidades, aunque suelen conllevar un riesgo elevado, así que aunque Hacienda nos ‘devuelva’ el 50% de la inversión, hay perfiles de inversor que podrían no querer arriesgar el otro 50%.
Pero hay alternativas más conservadoras y muy rentables, sumando las ganancias del propio negocio con la deducción fiscal. Una muy interesante es la inversión en sociedades que trabajan en el sector inmobiliario. Siempre que la empresa en la que se invierte tenga actividad económica, podremos invertir en negocios que tengan un fondo inmobiliario (alquiler de apartamentos, un pequeño hotel), y que nos den más seguridad.
Otra posibilidad es la financiación del crecimiento de negocios de éxito. Por ejemplo, un restaurante que funciona muy bien y quiere abrir un segundo local. Como inversores, podríamos apoyar la financiación de ese segundo local, formando parte del accionariado, delegando la gestión en quien ya ha tenido un primer caso de éxito. Estas opciones requieren de asesores que conozcan muy bien cómo estructurar estos productos para que los inversores puedan aplicar la deducción y que sean el nexo de unión entre los inversores y los gestores del proyecto.
En empresas como Auxers ponemos a disposición de inversores oportunidades rentables, con un buen equipo asesor y gestor, con ventajas fiscales.
Artículos de David Ros, Auxers.