La campaña de la declaración de la renta de 2022 encara sus últimos días y muchos contribuyentes apurarán hasta el último momento para presentar este trámite anual.
Sin embargo, es primordial que aquellas personas que están obligadas a hacer su IRPF no se olviden y lo hagan de forma correcta, ya que Hacienda tiene preparada una batería de sanciones para aquellos que cometan un error o no la entreguen a tiempo. Tax Down nos advierte qué debemos tener en cuenta.
Una de las sanciones más recurrentes es aquella por no presentar el IRPF a tiempo, en el que se abren dos escenarios. En el caso de que la declaración de la renta salga a pagar, el contribuyente tendrá que desembolsar el resultado y una multa. De acuerdo a los expertos fiscales de la startup española, la penalización consiste en el pago de entre el 50% y el 150% del total de la deuda, un cobro que puede aumentar si Hacienda considera que ha sufrido un perjuicio económico o si esto ya ha ocurrido en otras ocasiones. En el supuesto de que a una persona le salga a pagar hasta 1250€, podrá llegar a tener que abonar hasta 3.125€, es decir, una cuantía mayor al ahorro medio de las familias, que se sitúa en torno a los 3.000€ al año.
Dos días clave: 27 y 30 de junio
Como por todos es bien sabido, el último día para presentar este año la declaración de la renta es el jueves, 30 de junio de 2023.
Sin embargo, el lunes, 27 de junio es el último día para domiciliar el pago de la declaración de la renta. Es decir, que si la declaración le sale al contribuyente a pagar y la presenta los días 28, 29 o 30 de junio, no podrá pagarla online a través de domiciliación bancaria y tendrá que ir presencialmente al banco para saldar su deuda con Hacienda.
Hacienda tiene 4 años para avisarnos por los errores cometidos en esta campaña. Si durante este tiempo los funcionarios del organismo público detectan que una persona debía haber presentado el IRPF y no la ha hecho, se les enviará un requerimiento. Asimismo, se iniciará un procedimiento sancionador, que tendrá diferentes consecuencias dependiendo de si la gestión fiscal salió a pagar o a devolver.
Existe una forma de reducir lo máximo posible este tipo de multas y es presentar la declaración antes de que Hacienda te envíe el requerimiento, la conocida como ‘carta del miedo’. Si una persona envía ‘motu proprio’ el IRPF fuera de plazo y sale a pagar, la multa dependerá del tiempo en que se ha tardado. Incrémentándose un 2% mes a mes, así que es importante dejarla hecha lo antes posible.