Charly Relaño, vicepresidente del instituto FIRE y director de formación de la escuela NEAR, y Sonia Rupérez, directora de la escuela NEAR y master instructor de Firewalking, han protagonizado un nuevo Martes del Emprendimiento, organizado por el Instituto de Emprendimiento Avanzado y dirigido por el CEO de esta escuela de negocios, Wilfredo Jurado.
La escuela NEAR “nace de nuestros emprendimientos y vivencias, ya que en nuestro momento también hemos pasado miedo. Queremos mostrar esos aprendizajes a otras personas”, explicaba Rupérez, cuyo objetivo es “romper esas limitaciones y barreras, que nos impiden hacer cosas que no nos creíamos capaces de hacer”.
Esta escuela de alto rendimiento, con sede en Toledo desde hace un año, plantea un paradigma disruptivo para la formación de los emprendedores a lo largo de más de una década.
Para Relaño el primer reto es el desplazamiento “hacerte 100 kilómetros en coche porque si supone un hándicap, a lo mejor no estás yendo al lugar adecuado”. Este programa dura cinco días en los que los emprendedores están en constante contacto. Es decir, “comer, dormir juntos, convivir en una palabra, porque crea mucho sentido de comunidad. Al final, yo creo que los emprendedores avanzamos más cuando estamos juntos”.
Enseñar es la mejor manera de aprender
“Ese síndrome del impostor es el que impide que avancemos, que pasemos a la acción. No tener un título más nos bloquea”, explicaba Relaño, para el que “el feedback directo de nuestros clientes es lo que nos permite saber cuál es el siguiente paso que tenemos que alcanzar”.
Su principal cometido es dar herramientas que “verdaderamente supongan un reto físico para las personas”. Es decir, “basta de hablar, basta de pensar, vamos a actuar. Si yo te digo, si el agua moja o no moja, hasta que no metes el dedo, como te he dicho antes en el previo, no sabes si moja”.
El impacto “a nivel físico, mental y espiritual”, a diferencia de las formaciones basadas en teoría, “permite entrar en acción en ese momento”. También consideran que “el aspecto espiritual es fundamental, porque si no hay un cambio más allá de la consciencia, ¿para qué te sirve?”.
Relaño reconoce que “hay una superburbuja inflada del coaching. Coach significa entrenador. El coaching en sí mismo es una herramienta y como cualquier herramienta depende de cómo la uses”.
Un entrenamiento y un estado de ánimo adecuados
“Para muchas personas significa aprender un nuevo camino. Al fin y al cabo, el coaching es proponer preguntas. Y sólo puedes obtener respuestas si tienes buenas preguntas”, explicaba Relaño, poniendo en valor la figura del mentor coaching.
“Nosotros filtramos las personas que verdaderamente quieren utilizar las herramientas desde un punto de vista práctico. Buscamos que las personas, cuando adquieren una herramienta, les permita vivir de esa herramienta”, según Relaño, que emplea herramientas de alto impacto, para “unir la parte mental con la parte física para vencer ese miedo del que estábamos hablando, o por lo menos gestionarlo de alguna manera”. Algo que ejemplificaba explicando que “puedes ser carpintero y tener una sierra de mano, o ser carpintero y tener una sierra eléctrica. Nosotros somos la sierra eléctrica”.
A Rupérez, este tipo de coaching le cambió la forma de ver la vida tras un despido. “Yo era la persona más miedosa del mundo. Yo nunca había oído hablar del desarrollo personal, no sabía lo que era”. Un día asistió a un congreso de coaching, en el que tras atreverse a participar en una dinámica en la que tenían que romper una flecha con la garganta, “rompí esos miedos a hacer cosas que tú crees que es imposible que puedas hacer”.
“Es una dinámica que te saca de tu zona de confort y te hace tomar conciencia. Creo que las dinámicas de alto impacto en sí mismo sirven para que tú descubras algo, te revele algo”, aseveraba Rupérez, que por aquel entonces decidió dar el salto en el sector de las gafas. “Hice el producto mínimo viable y a partir de ahí lancé mi empresa, aplicando lo que me pedían mis antiguos clientes”.
En sus dinámicas de trabajo utilizan herramientas disruptivas como la hipnósis. “La gente piensa que es como dormir, cuando es un despertar”, defiende este emprendedor. “El proceso de hipnosis se produce cotidianamente en todos nosotros. No es un fenómeno que se ha aislado, que produce un gurú. Si te gusta leer, a veces te has metido en una novela, o al ver una película, o cuando vas conduciendo y vas obnubilado. Ese fenómeno es muy similar a la hipnosis”, explicaba Relaño.
Una formación no reglada pero imprescindible
Sus formaciones pueden ir desde los 100 hasta los 6.000 euros, dependiendo de la duración y de la intensidad del curso. Incluso pueden expedir certificaciones de capacitación profesional, gracias a sus convenios con centros educativos nacionales e internacionales. Como es el caso de la formación que harán próximamente en Miami.
“Tras el fallecimiento de mi padre me di cuenta de que el camino que yo llevaba, a pesar de tener un éxito aparente, una comodidad, un buen salario, no era el que yo quería estar, porque no era feliz. Y me di cuenta de que si enseñas a muchas personas a hacer vasos, construyo más vasos que si los hago yo mismo”, afirmaba Relaño, que contó con la ayuda de su pareja para poner en marcha este proyecto hace cinco años. Y ahora, “nos estamos posicionando como líderes en el mercado en la formación en español de este nivel en Estados Unidos porque no la había”.
Como consejo para los nuevos emprendedores, insisten en que “escuchen a su corazón y a su mente, porque tu sueño es mucho más grande que cualquier miedo”. Creen que es imprescindible “estar rodeado de las personas adecuadas”, porque “dicen que eres la media de las 5 personas con las que pasas más tiempo”.