Miguel Martí Campoy, cofundador de Digital R, protagoniza un nuevo Martes del Emprendimiento organizado por el Instituto de Emprendimiento Avanzado con el patrocinio de Iberdrola.
Hugo Barceló, director de Desarrollo Corporativo del Instituto de Emprendimiento Avanzado ha sido el maestro de ceremonias de una solución para la digitalización en los Martes del Emprendimiento que patrocina Iberdrola. El invitado, Miguel Martí, ha demostrado como el metaverso se irá implantando en muchos aspectos de nuestra vida. Desde probarnos ropa, hasta hacer una visita virtual a un museo.
Tanto Martí como su socio han desarrollado su carrera profesional tras las cámaras, en el cine y en la televisión. Y como en muchas ocasiones ha pasado, la pandemia fue el punto de inflexión. Decidieron darle una vuelta de tuerca a su profesión aplicando la digitalización del cine y la televisión a sectores como el turismo, la educación o la publicidad, donde no es frecuente encontrarse con estas tecnologías.
El germen de Digital R sigue vivo y esperando ver la luz en poco tiempo. Una plataforma en la que se puedan comprar todos estos recursos digitales y diseños 3D para aplicarlos con un bajo coste a cualquier proyecto audiovisual. Mientras terminan de darle forma a ese banco de diseños digitales, han demostrado su potencial en infinidad de proyectos. Desde Gran Hermano, donde consiguieron trasladar en realidad aumentada y en tiempo real del presentador al interior de la casa, hasta botellas de vino con realidad aumentada o reconstrucciones digitales y visitas a castillos en los que podemos conocer su historia cuando estaba en todo su esplendor. “Todo está avanzando hacia lo digital, hay un gran camino por seguir”, relataba Martí, seguro de que a cada idea o proyecto se le puede aplicar esta digitalización para ofrecer una experiencia diferente al resto.
“Si digitalizamos el patrimonio, lo escaneamos, lo escalamos, lo texturizamos, podemos tener un hermano gemelo de un monumento, por ejemplo, y poder visitarlo con gafas 3D desde cualquier lugar”, explicaba Martí una de la infinitas posibilidades que tiene esta tecnología, y aclaraba que “en el sector de la educación se puede aplicar, causando un mayor impacto y afianzando el conocimiento en los alumnos, reduciendo así el fracaso escolar”. Y como él mismo recordaba “no olvidaré nunca cómo es la Casa Blanca gracias a una visita virtual que hice en la que el propio Obama mostraba el interior”.
No solo se centran en la construcción de escenarios digitales hiperrealistas, sino que en muchas ocasiones pueblan estos escenarios de personajes que pueden incluso interactuar con el usuario. Así consiguen introducir al cliente en una narrativa sobre un monumento, un hecho histórico o un producto. Además, esta tecnología permite devolver a estos a su etapa más espectacular, pudiendo reconstruir castillos, catedrales y todo lo imaginable para permitir así al espectador comprender mejor cada detalle, a través de gafas de realidad virtual, pero también de los teléfonos móviles.
Su pasado profesional en el cine, y el de su socio en la televisión les permite “tener una experiencia y sensibilidad aplicando esta narrativa a la digitalización”, y haciéndola más atractiva que un simple escenario digital o figura de realidad aumentada que no te transporta a la historia.
La diferencia con otras tecnologías es que “aquí todo es muy real, gracias a las texturas, las luces, el ambiente que como los efectos especiales de una película te hacen creer que es verdadero”, apuntaba el cofundador de Digital R.
Los costes del uso de estas tecnologías muchas veces es inferior a tratar de conseguir lo mismo de una forma más clásica, con escenarios reales.
“Nos espera un futuro completamente digital, y Digital R responde a esa necesidad de digitalización”, auguraba Martí bromeando con que “esas gafas (de realidad virtual) nos las vamos a acabar poniendo todos”.
Buscan industrializar la digitalización, pero recuerdan que el uso de estas tecnologías junto a las inteligencias artificiales todavía se está adaptando al mercado, y poco a poco se irá legislando y teniendo en cuenta que hay “que educar a la gente y darle buenas finalidades”.
Los ejemplos para aplicar las innovaciones de Digital R no dejan de sucederse. Miguel señalaba que “toda empresa tiene una funcionalidad digital que puede explotar” como su uso en técnicas de prevención de riesgos laborales, moda, arquitectura… o incluso, como reconocía Miguel “¿quién no pagaría por estar dentro de una película, como por ejemplo Gladiator?”. Incluso han colaborado con Adidas y el Real Madrid para, tras la compra de una camiseta, insertar al comprador en un vídeo hiperrealista en el que acompaña a su jugador favorito, en su jugada favorita, en tiempo real, y así poder compartirlo en sus redes sociales.
Otro de los objetivos que Martí tiene en mente es “conservar y preservar” el patrimonio, la historia y la cultura a través de ese “contenido social”, aplicándolo a “zonas de la España vaciada donde hay patrimonio que se está quedando olvidado, y así ayudar a reflotar la economía de estas zonas despobladas con el turismo”.
Deja patente que “para ser emprendedor hay que utilizar la imaginación” y aunque reconoce que “a las empresas y a algunos emprendedores les cuesta mucho apostar por ello, es necesario si quieres destacar y ser competitivo”.
Los presupuestos que manejan son muy dispares, desde ayuntamientos de pueblos pequeños, hasta grandes empresas con costes similares a los de grandes producciones cinematográficas. Tienen un “equipo acordeón” que se adapta a las necesidades de cada trabajo.
Para terminar dejó un consejo para los que estén empezando a emprender o piensen en hacerlo, remarcando que el “tesón es lo más importante, porque fallarás muchas veces, pero con tesón y paciencia debes volver, retomarlo y rehacerlo”.