Isabel y Ana, fundadoras de Revoluciona tu Centro, y Pedro y Raúl, creadores de Digitartis, han protagonizado un nuevo Martes del Emprendimiento, en el vivero de empresas INNPAR en colaboración con el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón. Wilfredo Jurado, CEO de esta escuela de negocios, ha sido el encargado de conducir el encuentro.
Jurado tuvo palabras para el Papa Francisco en la semana de su fallecimiento. Recordó sus mensajes de aliento para los emprendedores a los que instó a que “sustituyan los miedos por los sueños, no sean administradores de miedos, sino emprendedores de sueños. Dense el lujo de soñar a lo grande”.
Revoluciona tu Centro es el proyecto de dos profesoras en ejercicio que nace “del deseo de poder transformar la educación desde dentro” porque “dentro de los centros faltan muchas herramientas para los profesores.
Queremos acompañar a los centros educativos, desde primaria hasta la universidad, para implementar un sistema de valores y que permita conectar con el mundo real”, explicaba Isabel. Su socia, Ana, también llegó a este emprendimiento por vocación profesional, tras conocer muchos casos de primera mano en los que vio que “acumulas una serie de conocimientos en tu paso por las aulas, pero no sabes qué es realmente lo que te apasiona para dedicarte a ello en el futuro”.
Quien sí que sabe a qué se dedica es Digitartis. Una firma de servicios tecnológicos dirigidos a pequeñas y medianas empresas, porque “todas las grandes empresas tienen acceso a estos servicios avanzados, pero las PyMEs no encuentran empresas especializadas, por ejemplo, en ciberseguridad”, explicaba Pedro, que aseguraba que “muchos creen que es algo caro y complicado”.
Su objetivo son las pequeñas y medianas empresas a partir de los 30 empleados, porque “el cliente pequeño habla de coste, de gasto. Las empresas por debajo de los 30 empleados, van al euro y es muy difícil entrar”.
Su estrategia de venta pasa por utilizar ejemplos que ocurren a diario para hacerles ver los riesgos de no estar protegidos frente a las ciberamenazas porque, según Pedro, “no tienen conciencia y las probabilidades de que eso ocurra son más altas de lo que realmente piensan”. En su página web utiliza un test de autodiagnóstico para que los potenciales clientes tomen conciencia de la necesidad de contar con un servicio de este tipo.
Un cambio de paradigma
Revoluciona tu Centro está a punto de salir al mercado, después de un periodo de validación del proyecto con los propios centros educativos. Isabel y Ana aseguran que “adaptamos el proyecto ad hoc para cada centro. Primero hacemos un diagnóstico, nos reunimos con el equipo directivo, vemos en qué fase están actualmente, y cómo podemos aplicar nuestra metodología, en función de sus necesidades, para desarrollar un plan estratégico conjunto, con la coordinación entre el centro, profesores y padres”.
“Una asignatura se puede impartir de muchas formas. Se trata de que cuando esa persona salga de ese centro sepa cuál es su propósito de vida, qué es lo que realmente se le da bien y tenga desarrollado un itinerario profesional. Creemos en que cuando una persona descubre el profesional que lleva dentro en relación a su talento y a su pasión, se convertirá en un profesional que aporte valor a la sociedad”.
La experiencia les ha enseñado que “lo que hace la gente normalmente es; ‘bueno, a ver si me da la nota para esta carrera’, por ejemplo, medicina, que es una ansiada por muchos, ¿no? ¿Realmente tienen vocación de médico? ¿Realmente tienen talento para ser un buen médico? ¿O realmente se han enamorado de lo que supone la posición de ser médico?”, cuestionaba Ana.
Emprendimiento con vistas en el futuro
Digitartis ya tenía recorrido hecho antes de dar el salto de ampliar horizontes. Raúl, que ya estaba en este proyecto como autónomo, reconoce que la figura más comercial que incorpora con Pedro “es esencial” para abrir nuevas vías de negocio.
Dentro de 10 años, Isabel espera que “el proyecto esté en casi todos los centros de España, dejar la plaza de funcionaria y dedicarme íntegramente a Revoluciona tu Centro”. Las expectativas de Raúl y Pedro son muy diferentes y esperan “vender la empresa por muchísimo dinero, para poder emprender otra vez, pero esta vez sin que sea por obligación o necesidad”. En la recta final se han sucedido los mensajes para los nuevos emprendedores. Ana hizo hincapié en que “cuando hay una tormenta, el pesimista se queja del viento, el optimista piensa que pasará y el realista ajusta las velas. Realmente el camino no es fácil, pero merece la pena, dejando un legado del que tú te sientas orgulloso”.
Para Isabel, “si van a emprender, que sea algo que realmente te apasione, porque yo creo que lo importante es ese camino que recorres”. Raúl insistió en que “es importante saber decirle que no a un cliente. Tienes que diferenciar un mal cliente cuanto antes para no caer en él”. A lo que Pedro añadió que “hay que deshacerse de los complejos y tener autocrítica. Además de evaluar día a día el resultado para determinar el rumbo correcto”.