Carlos Goñi, la voz y el espíritu tras Revolver, actuará en el parque de Colón el 16 de septiembre a las diez de la noche, con entrada gratuita, en los días grandes de las fiestas de Majadahonda. Pero antes, desde En Papel, hemos podido charlar con él, para conocer al autor de canciones como “El roce de tu piel”, “Odio”, “Si esto es amor”, “El Dorado”, “Tu noche y la mía”, “San Pedro”… y un extenso etcétera que se extiende a lo largo de cuatro décadas, y que nos transporta a los últimos momentos del siglo pasado, avivando la nostalgia. Además podremos disfrutar de las canciones de su nuevo disco “Euforia”, un pasaporte a los 70s en el que Carlos Goñi ha puesto mucho cariño.
En la canción ‘Odio’ le canta a todo aquello que no le gusta, restando cualquier tinte de ironía, pero ¿qué le gusta a Carlos Goñi?
No paso de nada… Tengo una curiosidad extrema casi enfermiza por todo. Cosas muy sencillas… bueno, igual no son tan sencillas… Me fascina una conversación larga y bonita, leer, sobre todo me fascina la música, el cine, mi novia, mi perro, mi hijo, mis amigos que tengo muy pocos pero son extraordinarios. Pasar el rato con mi hijo, hacer deporte… no tengo medida.
¿Cómo definiría ‘Adictos a la euforia’?
Es un álbum que es como una autopista directa entre las canciones que hicieron que me dedicara a esto y cómo soy hoy en día. El tipo de canciones que me rompieron el corazón, o que me destrozaron el alma, a principios de los 70, hasta el 77 más o menos… después también hay mucha música que me gusta. Pero en esos años, era muy complicado elegir un disco a la semana, que era lo único que me podía permitir. Adictos a la Euforia es una línea directa con todo aquello. Suena más a 70s que nunca, y no tiene ningún tipo de concesión a como podían reinterpretarse los 70s hoy. Estoy absolutamente satisfecho. Es un álbum que me ha costado trabajo… Es un trabajo muy conceptual. No te creas que es fácil convencer a todo el mundo de que quieres grabar la batería solo con tres micrófonos (ríe)… Este álbum tiene una de las mejores canciones que he escrito en mi vida, que es ‘El anillo de boda’.
Hace cinco años desde el penúltimo disco de estudio, ¿es importante dejar que las canciones lleguen a su tiempo o hay que ir tras ellas?
Lo que pasa es que hay dos (años) y medio que en mi cuenta personal no entran, durante la pandemia decidí no escribir ni una sola coma, porque no quería que nada se colase en el disco. En ningún momento pensé en acostumbrarme a esa “nueva normalidad”. Tuve que esperar a salir, a ponerlo en perspectiva y escribir. Evidentemente apuntes siempre tomas, porque es una cuestión de deformación profesional.
¿Por qué Revolver?
(Ríe) Ponerle nombre a un grupo es más complicado que poner nombre a una canción (ríe). Piensa que tenía que ser un nombre que no implicase cuanta gente había dentro, porque era yo solo. Tenía que ser un sustantivo… y me gustaba porque era casi casi capicúa, era muy gráfico… No tuve valor a llamarlo como quería la compañía, Carlos Goñi. Preferí llamarle Revolver, era una especie de paraguas. No tengo ninguna necesidad de ver mi nombre con luces de neón o así.
¿Qué espera del público majariego? ¿Podrán evitar moverse al ritmo de los 70s?
Si consigo que se lo pasen como me lo voy a pasar yo ¡misión cumplida!. Ya hace muchos años que yo digo que no pertenezco al mundo de la cultura, yo me dedico al mundo del entretenimiento. Me dedico a entretener, y si lo hago bien, a conseguir que la vida de la gente sea un poco más amable. Aunque a veces les ponga en encrucijadas y en disyuntivas porque no opinamos igual, pero me parece que eso es sano, es buena cosa. Mi función es conseguir que al público les merezca la pena, y como mínimo lo que tengo que hacer es dejarme la vida, porque no lo se hacer de otra forma.
Lleva 40 años sobre los escenarios, ¿cómo lo lleva?
Efectivamente, hace ya 40 años que estoy sobre los escenarios. Iba a decir que parece que fue ayer, pero es falso (ríe). Me lo estoy pasando tremendo, porque he tardado 40 años en tener esta banda. Siempre he tenido la necesidad de tocar con músicos que fuera mucho mejor que yo, para poder aprender y para no tener más remedio que trabajar duro y así poder estar a su altura. Creo que es la gira en la que más estoy disfrutando de toda mi vida.
¿Prefiere un disco o un directo?
En un disco intentas encontrar… bueno, dentro de lo que se pueda, hacerlo lo mejor. Siempre lo haces lo mejor que puedas, pero la diferencia es que en un disco puedes repetir hasta que estás convencido. Tienes que tener mucho cuidado porque te puedes quedar enratonado diciendo que esta toma no es la buena. Los discos, igual que decía Picasso de los cuadros, no se acaban, se abandonan. Pues los discos es igual. Y eso que yo soy extraordinariamente que es que yo soy puntilloso con los discos. Y en cuanto a lo de los directos, pues es que lo que te digo es que me lo estoy pasando francamente bien. Me quedaría con la gira acústica que hice cuando hicimos el básico cuarto, que fue preciosa, y con esta de ahora, me parece que es una maravilla.
Las letras de Revolver suenan muy cercanas, casi autobiográficas ¿cuánto hay de experiencias propias? ¿es necesario vivir para cantar?
Está muy bien este comentario que has hecho de que si es necesario vivir para cantar…(silencio) Yo creo que sí. Pero tampoco es necesario vivirlo todo para poder cantarlo todo. Lo que ocurre es que si lo vives, tienes más información y especialmente de primera mano. O sea, en esto estaremos de acuerdo. Es necesario vivir, claro. Sin vivir, no sé hasta qué punto se puede escribir, pero creo que es lo más importante. A no ser que tengas el supertalento que tenía Julio Verne. Solo con haberlo vivido, seguramente, creo que no vale. Es necesario saber contarlo.
“El Dorado” habla de alcanzar las metas, los sueños, nuestro propio dorado, en el caso de la canción el de tus padres. Cada uno se la lleva a su terreno, ¿ya ha alcanzado el Dorado o lo realmente importante es perseguir algo?
Es que hay maneras de verlo… A mí me fascina aprender, siempre me ha fascinado aprender, lo cual implica que lo que me gusta es recorrer el camino. El dorado es una utopía como tal. Lo que pasa es que yo me lo planteo de otra manera. Yo sí que creo que he encontrado el dorado porque me fascina el camino. Es como una cosa extraña, una pescadilla que se muerde la cola.
Lo que me gusta es el hecho de haber recorrido todo esto. Si quieres que lo hablemos en términos medibles y cosas por el estilo, yo diría que el éxito es despertarte cada mañana y que hagas lo que quieras, ¿no?. No se trata de que hagas lo que quieras, creo que se trata de que quieras mucho lo que haces. Y yo amo profundamente lo que hago. Luego de reconocer que la nevera la tengo llena. Esto también ayuda evidentemente, porque he pasado épocas donde la nevera no estaba llena. Eso… (suspira) Eso complica mucho la existencia. Pero cuando te levantas y puedes hacer la música que te pide el corazón y dormir tranquilo, que es exactamente lo que yo llevo haciendo como mínimo 33 años… y si a eso le sumo que este proyecto de vida que se llama Revolver goza de una salud extraordinaria… pues sí que he encontrado el dorado, claro. Que es eso, el camino.
Pero claro, si hay gente a la que no le gusta aprender o que no le gustan todas las piedras que te vas a poder encontrar y todos los prados preciosos a lo largo del camino, pues vas a tener un problema. Porque tú lo que quieres es encontrar el cofre del tesoro ya. Pero es que el cofre del tesoro no existe. Entonces… lo que yo creo que es el tesoro es eso, es salir a buscar el tesoro. Y yo esto lo empecé a hacer hace 40 años. Así que sí, sí, lo he encontrado.