El Ayuntamiento de Majadahonda está intensificando los tratamientos contra la oruga procesionaria en los espacios municipales.
Según ha informado el Consistorio, se está aplicando un producto de origen natural para combatir la plaga, para a lo largo de este mes continuar con la retirada de los nidos que se detecten.
“Ambas medidas pretenden asegurar que la presencia de esta plaga en los parques y jardines de Majadahonda se mantenga por debajo del umbral admisible. Cabe destacar que el periodo de mayor riesgo para la población se produce en los meses de febrero y marzo, cuando las orugas descienden por el tronco formando las conocidas “procesiones”, explican los responsables municipales.
Indican que las “procesiones” de esta oruga es lo que preocupa tanto a las familias como a los dueños de mascotas por los riesgos derivados de los pelos que liberan las orugas cuando son molestadas. Por este motivo, el Ayuntamiento solicita a los majariegos que vigilen la situación al pasear por los parques con niños o mascotas durante esas semanas.
Jardines privados
Asimismo, ante la cantidad considerable de jardines privados del municipio, se insta a los propietarios de los jardines y urbanizaciones con pinos o cedros a realizar actuaciones similares encaminadas al control de la plaga. Por otra parte, puntualizan que desde 2019 el Ayuntamiento se abstiene en el uso de productos que contengan elementos químicos de síntesis en las zonas verdes, lo que “beneficia tanto al medio ambiente como a los habitantes del municipio”.
“En la gestión de plagas y enfermedades, se emplean técnicas sostenibles, como el control biológico con el uso de enemigos naturales de las plagas, la aplicación de productos de origen natural autorizados en agricultura ecológica, y la retirada manual de los ramillos más afectados. Además, se reservan espacios para la biodiversidad, retrasando las siegas para favorecer la conservación de la fauna útil, el aliado crucial en el control de plagas. Majadahonda tiene el compromiso con la estrategia de ‘Fitos 0’ que implica la reducción del uso de productos fitosanitarios en el medio ambiente y la búsqueda de alternativas más sostenibles para el bien de la naturaleza y de los vecinos”, concluye la concejal de Medio Ambiente, Laura Romero.