El Ayuntamiento ha organizado una nueva edición de la ‘Escuela municipal de padres’. El programa se desarrollará entre el 30 de octubre y el 28 de mayo, coincidiendo con los últimos miércoles de cada mes.
Explican desde la Concejalía de Educación, que las sesiones se han diseñado como “un espacio de encuentro, apoyo y reflexión, con el objetivo de compartir aspectos relacionados con la crianza” de los hijos, por lo que las mismas se han planteado con “carácter preventivo frente a las preocupaciones” que les llegan “a través de los canales relacionados con la educación infantil y juvenil”.
Las sesiones correrán a cargo de las profesionales del Servicio psicopedagógico municipal. Las temáticas girarán en torno al ‘Círculo de seguridad’, ‘Teoría de la mentalización’, la ‘Teoría del apego’ y la ‘Neurociencia’.
Las ponentes, que impartirán contenidos basados en su experiencia acumulada en su área, abordarán asuntos de gran interés como la inquietud por el uso de las tecnologías, la prevención del acoso y el fracaso escolar; las dificultades en los procesos de aprendizaje (déficit de atención y concentración, hiperactividad, hábitos de estudio); falta de motivación; dificultades para asumir responsabilidades; mentiras y enfados; gestión de emociones y resolución de conflictos y desarrollo de manera positiva y con buena autoestima.
El formulario de inscripción se puede descargar en la web del Ayuntamiento. En cuanto a la asistencia, aclaran que la participación no implica que haya que ir a todas las sesiones.
La Escuela de Padres de Majadahonda responde a las demandas de los padres que ya acudían a las charlas organizadas por el área de Educación del Ayuntamiento majariego. Hemos podido conocer más gracias a una de las pedagogas, Elena García.
¿Por qué creéis necesario esta escuela?
Hemos cambiado el enfoque, porque algunos nos han pedido trabajar en grupo y así creamos un espacio de reflexión común.
Trabajamos en los contextos. Si un niño tiene dificultades y no cuentas con la colaboración de los padres o de los profesores, no puedes hacer nada. Es un elemento preventivo. El año pasado atendimos a 200 familias.
¿Quién compone el equipo?
Tres psicólogas y una pedagoga.
¿Cuáles son las principales inquietudes de los padres?
Sobre todo no entenderles. No quieren hacer cosas que hagan daño a su hijo, conscientes de los errores de sus propios padres. Y con los adolescentes tienen miedo a las influencias, a los hábitos, a que aprendan a decir que no. Y sobre todo la comunicación y el uso de las nuevas tecnologías.
¿Es posible controlar el uso de las pantallas?
Es necesario. Puede causar adicciones o que dejen de lado los estudios o las relaciones humanas. Hay que establecer una dosis, con un horario al día y con una supervisión, pero explicándoles el motivo.
¿Qué consejos darías a los padres nóveles?
Lo primero es que tengan confianza, la naturaleza los capacita para ello. Nosotros resolvemos sus dudas. Lo segundo es poder calmarse en situaciones de estrés, y pedir ayuda cuando la necesiten. Hay que disfrutar de la crianza.
¿Cómo se pueden fijar límites sin parecer autoritario?
Los límites únicamente lo que hacen es aportar seguridad al niño. Tienes que tener las cosas claras y ser coherente. No pueden ser límites arbitrarios.
¿Cuándo un padre ha de empezar a preocuparse?
Los niños se encuentran con los límites en el colegio, y eso tiene un efecto nivelador. Ahí se puede detectar la permisividad que tiene en casa.
¿Y respecto al bullying?
El problema es que no se detecta con facilidad. Creen que es un mal menor sufrir en silencio. Pero hay ciertos cambios en los hábitos que lo delatan. Y sin excusar al acosador, ambos son una víctima y hay que trabajar con las dos familias.