En pleno julio, ola de calor -el de siempre, pero precedido por tormentas de granizo-, una se pregunta cómo vamos a sacudirnos el agotamiento acumulado de tantos años. Lo normal sería celebrar que tenemos verano y veraneo sin la espada de Damocles del Covid, pero es abrir los periódicos y se te quitan las ganas del mínimo dispendio. Encender la televisión o la radio es toparse con voces que alertan de que las cosas no van bien. Hasta la vicepresidenta Nadia Calviño advierte de que los próximos trimestres van a ser complejos, que es una manera de esquivar el adjetivo “malos”.
El INE “sin cabeza” radiografía la realidad alarmante del mundo al revés, como titulaba un diario nacional. Los jubilados ganan más que los trabajadores. Desde 2008 su renta ha ido escalando miles de euros hasta ser superior a la de los ciudadanos que trabajan, entre otras cosas, para pagar impuestos y pensiones. ¿Cuánto tiempo podremos aguantar? ¿Es una tendencia reversible? ¿Hay alguna medida eficaz para darle la vuelta a este panorama?. No vienen tiempos pacíficos porque, para nuestra desgracia, el Gobierno ya está en campaña. O una parte del Gobierno, que casi es peor. Yolanda Díaz -cual estrella del rock- se lanza a su aventura en solitario con Sumar y provoca tanta extrañeza como preocupación. ¿En qué estamos? Pues cada uno a lo suyo. Naturalmente. En Moncloa ya no hay una coalición de dos partidos. Hay un tripartito. ¿Y hay estrategia? Busquen la respuesta en las líneas anteriores. Cada uno tiene la suya. El PSOE por un lado, Podemos por otro y Yolanda Díaz sale al rescate de la izquierda. ¿A qué izquierda hay que rescatar?.