El Ayuntamiento de Majadahonda ha pedido un informe jurídico para tomar una decisión sobre el servicio de grúa y de estacionamiento regulado que no se prorrogó en tiempo y forma a su vencimiento en el segundo semestre de 2020 en plena pandemia. En el pleno del mes de septiembre salió adelante una moción presentada por Ciudadanos y ahora el Gobierno municipal ha actuado y lo previsible es que se suspenda el servicio de parquímetros y el de grúa lo asuma el consistorio hasta que se produzca una nueva adjudicación.
Desde este periódico hemos defendido la necesidad de los grupos políticos de cumplir con su deber constitucional de hacer oposición y denunciar las deficiencias municipales si es que estas se producen. Sin embargo, la hipérbole nunca es una buena compañera de la política. No se puede examinar una actuación del poder público sin ponerla en el contexto del momento en el que se produjeron los hechos. El servicio de grúa municipal y de estacionamiento regulado vencía en junio de 2020, en pleno estado de alarma, cuando los españoles estábamos encerrados en casa para evitar los contagios y los esfuerzos de todas las administraciones públicas y privadas de nuestro país estaban dirigidas a conseguir material para protegernos de un virus que ha matado a más de 100.000 personas en España. Majadahonda fue uno de los municipios que sufrió severas restricciones y cierres perimetrales –no lo olvidemos- por la incidencia del virus.
Los trámites para prorrogar el servicio se pusieron en marcha en octubre de 2021. Es obvio que todos aquellos que hayan recibido una multa durante estos años que el servicio no ha contado con un andamiaje legal que lo respalde tienen que hacer valer sus derechos ante el Ayuntamiento para que le devuelvan lo que no les deberían haber cobrado. Es obvio que Ciudadanos acierta al poner un problema municipal encima de la mesa, pero no acierta al abusar de la hipérbole. Hablar de “desesperante incompetencia” del Ayuntamiento y de falta de previsión cuando las jornadas de trabajo de nuestros responsables municipales no tenían descanso por la pandemia y después por la nevada de Filomena no es justo. ¿Se imaginan el servicio de grúa suspendido en plena nevada? Y en esa deriva de la hipérbole política en la que está instalada Ciudadanos se le olvida la empresa adjudicataria. No tenemos constancia de que la mercantil, consciente como era de que no tenía formalizada la prórroga del contrato, pusiera en conocimiento de los responsables municipales que seguía prestando un servicio que sabía que no podía prestar.