Con más de 50 pacientes intervenidos, el Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda es uno de los centros hospitalarios pioneros en España en la implantación de dispositivos de asistencia ventricular de larga duración, es decir “corazones mecánicos” cuya finalidad es proporcionar un soporte circulatorio a pacientes con insuficiencia cardiaca que experimentan un progreso de su enfermedad y en los que el tratamiento farmacológico ya no es suficiente.
Según informan desde el centro sanitario, con el objetivo de visibilizar esta alternativa terapéutica y de compartir experiencias, el Hospital Puerta de Hierro ha reunido recientemente a los 18 pacientes que tiene actualmente en seguimiento, a sus cuidadores y a los profesionales que los atienden en una jornada multidisciplinar en la que han podido poner en común cómo es el día a día conviviendo con este dispositivo.
Así, indican que en estos pacientes, el trasplante cardiaco era hasta hace poco tiempo la única opción para evitar el deterioro funcional, los ingresos frecuentes en el hospital y finalmente la muerte. La aparición de estos dispositivos, indicados en pacientes en lista de espera para un trasplante cardiaco (“puente de trasplante”) y en pacientes no candidatos a trasplante por edad u otras comorbilidades (“terapia de destino”) supone por tanto una nueva oportunidad de vida.
Corazones mecánicos
Los “corazones mecánicos” iniciales, que se implantaron por primera vez en 2007, eran bombas pulsátiles externas que se conectaban con el corazón a través de unos tubos que atravesaban la piel.
Las actuales asistencias son bombas centrífugas que se implantan junto al corazón del paciente, de forma que lo ayudan a bombear la sangre de forma continua hacia el resto del cuerpo. Esta bomba interna se conecta a través de un cable con un controlador y unas baterías externas que el paciente debe portar siempre consigo, pero que en muchas ocasiones suponen la última opción de tratamiento disponible para su patología cardiaca.
Actualmente, gracias al desarrollo y mejora continua de estas asistencias ventriculares de flujo continuo, la supervivencia de los pacientes que las portan es del 85% al año, del 80% a los dos años y de aproximadamente un 60% a los cinco años.
En España, ya se han implantado 365 “corazones mecánicos”
De este modo, detallan que de acuerdo con el Registro Español de Asistencias Ventriculares de Larga Duración, (REGALAD), se han implantado ya un total de 365 asistencias ventriculares en nuestro país, en 26 hospitales diferentes. De ellas, más de 50 se han puesto en el Hospital Universitario Puerta de Hierro, líder en la implantación de estos dispositivos junto con el Hospital de Bellvitge, en Barcelona, que también ha colocado ya más de 50 asistencias ventriculares en pacientes con insuficiencia cardiaca grave.
Además, el crecimiento en el número de estos implantes está siendo exponencial en los últimos años. Así, mientras que en 2021 se implantaron 39 asistencias ventriculares, entre enero y noviembre de 2022 ya se han implantado 62 asistencias en todo el país.
Actualmente, más de 100 pacientes viven con una asistencia ventricular en España; de ellos,18 han sido intervenidos y están en seguimiento en el Hospital Puerta de Hierro. A nivel internacional, hay países como Estados Unidos en los que este tratamiento está ya bastante consolidado, con una media de 3.000 asistencias implantadas cada año.
La importancia de los cuidados en los portadores de esta tecnología
Aunque la tecnología de estos dispositivos está avanzando de forma muy rápida, por lo que las complicaciones son cada vez menores, sí es cierto que los cuidados y la figura del cuidador cobra en estos pacientes un papel muy relevante. Así, por ejemplo, es muy importante la higiene y cuidado del cable que conecta la bomba del corazón con el controlador externo para reducir el riesgo de posibles infecciones.
De la misma forma, es importante tener en cuenta la dependencia del paciente a una fuente de alimentación externa (las baterías), un aspecto que tanto el paciente como el cuidador tienen que tener en cuenta en el día a día. Además, el desarrollo de asistencias ventriculares más hemocompatibles ha logrado poder reducir las dosis de tratamientos anticoagulantes y disminuir el riesgo de ictus y de hemorragias, aunque estas aún siguen siendo complicaciones que hay que tener en cuenta en el seguimiento de estos pacientes.