Cada año el Ayuntamiento de Majadahonda organiza, por San Valentín, un homenaje a los matrimonios que cumplen sus bodas de oro. Medio siglo que da para mucho, y por eso hemos hablado con algunas parejas que participan el 15 de febrero en dicha iniciativa municipal.
Hace 50 años, la mayoría de parejas se comprometía desde jóvenes, con largos noviazgos, hasta la imperativa boda. “Ni la Iglesia ni el juzgado van a hacer que mi relación funcione mejor o nos queramos más”, nos cuenta una de las homenajeadas. La forma de conocerse no ha cambiado tanto, porque muchos se enamoraron en verbenas, en el trabajo o por mediación de amigos. Pero lo que sí ha cambiado es la luna de miel. Siendo esta una de las primeras generaciones que podían tenerla, aunque en un coche prestado o en autobús, y en territorio nacional.
Todos coinciden en que San Valentín es algo “comercial” y prefieren “demostrar el amor durante todo el año”, porque “con la edad los sentimientos son cada vez más fuertes, yo pensaba que no lo podía querer más”.
Alguno de los entrevistados ya acudió al mismo evento, pero hace veinte años, cuando las bodas de oro las celebraban sus padres. “Yo siempre pensé que era un mérito llegar hasta ahí”, nos cuenta Lina, orgullosa de la familia que ha construido. “La diferencia con las parejas actuales es que preferimos hablar y solucionar las cosas, más que las parejas de ahora”, apostillando que “antes separarse no era una opción”.
“El que diga que tantos años son de color de rosa, miente”, pero es que “algo que dura tantos años tiene que tener sus momentos”.