Agentes de la Policía Nacional han desmantelado dos laboratorios clandestinos de transformación y finalización de clorhidrato de cocaína. En la operación han sido detenidas ocho personas, y se han intervenido más de 150 kilogramos de químicos y 20 kilos de clorhidrato de cocaína, así como material de laboratorio y cuatro armas de fuego.
La investigación comenzó el pasado mes de febrero cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una organización criminal dedicada, presuntamente, al narcotráfico. Diversas gestiones permitieron a los investigadores constatar su ubicación en la Comunidad de Madrid, y comprobar que contaba con una amplia logística y un claro reparto de tareas y jerarquía para desarrollar la actividad.
Los agentes pudieron constatar que la organización investigada importaba cocaína base desde Colombia por vía marítima o aérea para, una vez en nuestro país, ser trasladada hasta dos laboratorios clandestinos donde era sometida a diversos procesos químicos hasta, finalmente, obtener clorhidrato de cocaína ya listo para su distribución y consumo. Posteriormente, el estupefaciente era trasladado, bajo demanda, a diferentes puntos de la geografía española a través de vehículos caleteados con compartimientos ocultos.
Tras meses de investigación, se logró ubicar uno de los laboratorios en un chalet en la localidad de Villanueva de la Cañada. Las gestiones en el lugar permitieron constatar el continuo movimiento de los investigados y la introducción de químicos al inmueble.
Fruto de las gestiones policiales, los agentes localizaron el otro chalet utilizado como centro logístico de la organización, en esta ocasión en la localidad de El Álamo. Allí residían los “cocineros o químicos” así como las personas encargadas del trasporte y distribución del estupefaciente.
Arrestado un “chef de la droga”
Finalmente, y tras detectar que los dos “cocineros” se habían trasladado hasta uno de los laboratorios y se estaba preparando todo el instrumental necesarios, los agentes procedieron a la explotación de la operación. Se llevaron a cabo un total de cuatro registros logrando desmantelar los dos laboratorios clandestinos e interviniendo más de 150 kilos de precursores, 20 kilos de cocaína, diverso material de laboratorio (prensas hidráulicas, básculas, hornillos electrónicos, dos sellos troquel) un vehículo y cuatro armas de fuego, dos de ellas simuladas.
Uno de los dos “cocineros” detenidos en la operación es un reconocido “chef de la droga” a nivel internacional y contaba con una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) emitida por las autoridades italianas por su participación delictiva en un entramado para la introducción y transformación de cocaína procedente de Sudamérica en el país transalpino.