Este mediodía el portero del Rayo Majadahonda Cheikh Sarr ha comparecido en rueda de prensa en las instalaciones deportivas de La Oliva, con semblante tranquilo y reconociendo que encararse con un aficionado rival, en el partido frente al Sestao River, tras recibir insultos racistas, “no fue lo correcto”, pero “era horrible, no podía aguantar”
El portero senegalés fue expulsado cuando subió a la grada tras su portería para encararse con un aficionado que le estaba lanzando burlas e insultos racistas durante todo el partido. “Si me sancionan me sorprenderé mucho. Sería injusto porque soy la víctima. Esto que está pasando me jode muchísimo. Eres la víctima y eres tú el que tienes que salir a pedir perdón al mundo del fútbol, pero lo hago por la imagen del fútbol, porque es lo correcto y hay que ser respetuoso”, explicaba hace pocas horas Sarr.
La sanción puede ir desde los cuatro hasta los ocho partidos, además de una multa al club y la posible retirada de puntos, además de dar como vencedor del partido “por incomparecencia” al club vizcaíno. El comité de la Real Federación hará pública su decisión mañana miércoles.
En el entrenamiento de la mañana de ayer, en el que Sarr decidió no participar, la Guardia Civil se personó en las instalaciones de La Oliva para conocer la versión del jugador en una reunión que duró apenas un cuarto de hora. El estado anímico del jugador se ha visto afectado por la situación, pero se siente arropado por sus compañeros y el mundo del deporte en general.
Los insultos racistas
“Vinieron a por mí y me dijeron puto negro, corre, negro de mierda”. Cheich Sarr se ha mostrado arrepentido por su actuación durante el partido y ha asegurado que su reacción frente al árbitro fue únicamente para pedirle explicaciones por la tarjeta roja. “Mi acto sobre el árbitro no era agresivo. Quería ir con todo el respeto del mundo“. “Era mi cabeza, estaba caliente y estoy pidiendo disculpas al mundo del fútbol por mi reacción. Si me volviera a pasar otra vez, no reaccionaría igual. Sabría cómo reaccionar mejor“, aseguraba el portero majariego.
“El peor momento era cuando me estaba insultando. Mi intención era saltar con él y hablarlo, cogerlo y preguntarle el porqué. Saber si tiene familia y por qué. Era una persona mayor, creo que tenía un niño y debe ser un ejemplo“, narraba un emocionado Sarr, aunque no es la primera vez que soporta algo así: “No era la primera vez que me pasaba. La primera vez fue la semana pasada, era como de broma, pero esto era una cosa horrible que no podía aguantar”.
“El árbitro no pudo escuchar nada. Estaba en el medio del campo. La persona estaba diciendo puto negro, negro de mierda… cosas así” y “era un gesto que no podía soportar“, relataba en rueda de prensa. Ha recibido el apoyo de grandes figuras del fútbol como Vinicius al que ha agradecido su apoyo, y ha señalado que “hay muchos jugadores cómo él que están peleando contra el racismo y agradezco lo que ha hecho”.