La última jornada liguera de Primera RFEF acababa este fin de semana con el viaje de los de Jesús Arribas a Tarragona, para enfrentar al Nástic contra el que cayeron por 1-0.
En los primeros minutos, la balanza estaba a favor de los locales, que conseguían llevar el juego al área majariega, haciendo actuar a Dani Martín y a la zaga visitante, que consiguieron detener más de una clara ocasión de gol.
El control del esférico se fue igualando y los arietes majariegos llegaban a la meta del Nástic. La zaga majariega parecía tener un respiro, pero los catalanes supieron desenvolverse por las bandas, volviendo a crear ocasiones de peligro. Los de Navarro subieron el ritmo, mientras el Rayo Majadahonda pasaba a posiciones defensivas, consiguiendo mantener el marcador imbatido. Los mano a mano eran constantes en el área majariega. Esta vez Guille a punto estaba de poner el primero con un remate un tanto defectuoso que el portero rival atrapó con dificultades.
El segundo tiempo en el Nou Estadi volvió a colocar la balanza a favor del Nástic, que incrementaba la presión sobre los majariegos, mientras estos resistían con mucha fuerza. Dani Martín realizó varias paradas de mérito, y consiguió mantener el empate en el marcador. Los de Arribas comenzaron a correr por las bandas, equilibrando de nuevo el dominio del juego. Las ocasiones continuaban sucediéndose para ambos conjuntos, pero sin aciertos, con un Rayo Majadahonda que en el último partido de la temporada demostró equilibrio entre el ataque y la defensa. Pero de nuevo la suerte fue esquiva para los majariegos, cuando en una falta lateral remataba el catalán Pablo, para poner el 1-0, a falta de nueve minutos para el final.
El colegiado amonestó con tarjeta amarilla a Álex Mula por parte del equipo local y a Nakai y João Días por parte del equipo majariego.
Jesús Arribas declaraba en sala de prensa, tras el encuentro, que “ha sido un partido muy competido sabiendo el rival que teníamos. Hay que tomar conciencia y de aquí para arriba con mucho trabajo”.
También aclaraba que “me gustaría seguir dirigiendo al primer equipo. Yo soy rayista de corazón, llevo 12 años en la casa. La situación de esta temporada me duele igual que al resto. Y por supuesto, si me dan la oportunidad, vamos a trabajar día a día, todos los pequeños detalles, y vamos a tratar de devolver al club a donde merece estar”.