Rebeca Lopera es voluntaria de Babies Uganda y Fernando Gutiérrez es voluntario de la ONG católica Hijos de María. Dos jóvenes comprometidos con un mundo mejor que han sacado tiempo de la intensa vida del primer mundo para ayudar a quienes más lo necesitan y que han compartido su experiencia en un nuevo Jueves de Actualidad organizado por el IEA.
Babies Uganda nació en Boadilla del Monte y ya tiene abiertos dos orfanatos y un colegio donde acuden más de 600 niños a los que dan “ayuda, apoyo y cariño”. Lo consiguen a base de juegos, de entrar en contacto con los animales de la granja que regentan, y de proporcionarles aseo y tres comidas al día. La ONG vive de las donaciones de particulares y recientemente ha recibido un premio por ser capaces de hacer más con menos. Es la organización que menos recursos tiene y que más impacto causa en la sociedad ugandesa.
Lopera es una joven con una vida acomodada, estudia en Miami, pero sus vacaciones empiezan y terminan en Uganda, donde busca “dar una oportunidad a niños en situaciones desfavorables”. En el país africano la esperanza de vida está en los 55 años, la media de edad es de 15 años y hay casi cuatro millones de huérfanos.
La asociación católica Los Hijos de María cuida a mujeres embarazadas en Kenia que se encuentran en la difícil situación de tener que dar a luz a un hijo que su padre rechaza y en el seno de una familia que le ha dado la espalda. En muchos casos, los padres de la gestante han fallecido y las madres no quieren asumir esa carga.
Gutiérrez es periodista y en su etapa de corresponsal en zonas de conflicto decidió ayudar más y mejor a personas en riesgo de exclusión. “Atendemos a mujeres pendientes de dar a luz y a otras que lo acaban de hacer. A veces hay dinero, pero no hay tiempo, y en otras ocasiones hay tiempo, pero no hay dinero”. Mary’s Children también se financia con las donaciones de particulares llegadas de España, Estados Unidos o de la propia Kenia.