El Instituto de Emprendimiento Avanzado ha acogido una ponencia para acercar al ciudadano el cuerpo jurídico militar y la jurisdicción militar. El encuentro contó con la participación como ponente de la juez togado militar, Patricia Moncada que ha sido presentada por el exfiscal de sala de lo militar del Tribunal Supremo, Egido Trillo Figueroa. La mesa ha sido moderada por el juez, Ricardo Rodríguez.
Moncada ha explicado el proceso que se sigue para entrar en el cuerpo jurídico militar. No es fácil. Hay que aprobar las oposiciones, hay que pasar por las tres academias -tierra, mar y aire- y después hay que licenciarse en la academia militar. La vocación le viene de familia, de la mano de su abuelo y a lo largo de su carrera ha tenido que llevar casos tan mediáticos como la droga encontrada a bordo del buque Elcano, las torturas en Irak o el de los cinco militares muertos cuando manipulaban explosivos en un municipio de la sierra de Madrid.
Esta juez togada explica que la jurisdicción militar no es muy distinta de la ordinaria. Se investigan los casos, se enjuician, aunque se hace con muchos menos medios porque no tienen unidades adscritas para investigar. El juez se lo guisa y se lo come. Y las cifras no son nada reconfortantes. Patricia Moncada lleva alrededor de 200 asuntos al año. En esta jurisdicción también hay aforados que lo están ante el Tribunal Militar Central que ahora está desierto por la imposibilidad del Poder Judicial de hacer nombramientos.
Reconoce que antes de la entrada en vigor de la Constitución Española tenían más trabajo, pero ahora su competencia se restringe a los casos en los que sean delitos castrenses, cometidos por militares o cuando el delito se cometa contra bien jurídico militar. Los juicios se celebran con las mismas garantías que en la jurisdicción ordinaria. Moncada afirma que no se ha sentido discriminada en su carrera por el hecho de ser mujer, aunque reconoce que sí que que se ha sentido discriminada por ser juez. “Hay determinados investigados que por su rango y condición cuestionan que tú estés haciendo tu trabajo y ponen trabas en tus actuaciones para impedir que puedas cumplir con tu función de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado”.