GREFA ha denunciado el “impacto” de los tendidos eléctricos en las rapaces, tras la muerte por electrocución de ‘Sol’, una hembra de águila imperial que fue liberada tras su estancia en el hospital de Fauna Salvaje, en Majadahonda.
Según detallan desde la entidad, a esta ave, de dos años, se le colocó un GPS en verano de 2022, con el que se pudieron seguir sus vuelos por “gran parte de la Península Ibérica”.
“Por desgracia, el pasado 25 de mayo nuestra amiga se encontró con un obstáculo que no pudo superar: la electrocución en el poste de un tendido en la provincia de Segovia, una amenaza muy actual en nuestros campos que cada año se lleva la vida de decenas de miles de aves”, lamentan.
Desde GREFA recalcan que “en estos últimos años” se han rectificado “muchos apoyos eléctricos”, aunque también “es hora de corregir la gran cantidad de tendidos de propiedad particular” para evitar estos accidentes.
El responsable de comunicación, José Antonio Montero, ha explicado que es “evidente” el impacto ambiental de las infraestructuras energéticas sobre especies de las que realizan seguimiento, como águilas imperiales, buitres negros y águilas de Bonelli, entre otras, al haber registrado “gracias a los emisores GPS”, “electrocuciones en postes de tendidos eléctricos” o “colisiones en aerogeneradores de parques eólicos”.
“La información que nos transmiten estos GPS, además, nos sirve de base para denunciar estos casos o ayudar a las empresas a que corrijan ellas mismas estos impactos”, ha asegurado.