El coste de la factura de la luz puede dispararse con el uso de ventiladores y aires acondicionados en horas punta durante el caluroso verano que se aproxima. Cada vez más hogares cuentan con algún sistema de climatización, que suponen un aumento de la factura al que no podemos escapar o al menos en parte.
Y es que según la OCU, hasta el 40% de la factura de la luz por esas fechas depende de los ventiladores, aires acondicionados… El coste medio del MWh en el mercado mayorista se ha situado en los 30,4 euros, por lo que la factura media de los hogares ha aumentado hasta 54 euros.
Pero a esto se suma la llegada de uno de los veranos más calurosos de la Historia, según la AEMET. La OMIC de Majadahonda tiene algunos consejos para que no nos tengamos que rascar el bolsillo en la época estival, además de poder enfriar nuestro hogar de una forma más sostenible.
Comprar equipos con un etiquetado energético C o superior (en la nueva clasificación) o A+ o superior, reduce hasta en un 30% el consumo. También es interesante el uso de termostatos o temporizadores, para evitar un uso excesivo, e incluso perjudicial para la salud. Tampoco hay que olvidar el mantenimiento que necesitan aparatos como el aire acondicionado, que pueden volverse ineficientes.
Es importante evitar la entrada del sol. Una práctica tan clásica como recomendable es bajar las persianas para evitar el Impacto de los rayos de sol y aislar la casa corriendo las cortinas. Algo lógico es aprovechar únicamente las mañanas y las noches para ventilar. Pero también es importante crear corrientes de aire, lo que contribuye a refrescar el ambiente, al abrir dos ventanas o puertas contrapuestas.
Sobra decir que hidratarse, consumir bebidas refrescantes o fruta con alto contenido líquido nos ayuda a tener una menor sensación de bochorno. En cuanto a un viejo aliado contra el calor, el ventilador, hay que recordar que en realidad no refresca el aire, sino que únicamente lo mueve. Pero los ventiladores de techo han demostrado ser los equipos de climatización más rentables, reduciendo la sensación térmica hasta en 3 grados, con un coste muy inferior a un aire acondicionado. Además, tener plantas en casa contribuye a amortiguar el calor.
Todo electrodoméstico que esté enchufado de forma innecesaria también aumenta la temperatura ambiente, así como las luces, que son otra fuente de calor.
El uso de toldos, iluminación LED o mejorar el aislamiento de ventanas y puertas, son otras de las recomendaciones.