El Grupo para la Recuperación de la Fauna Autóctona (GREFA) ha puesto en marcha una campaña de conservación de las serpientes ibéricas, consistente resaltar el papel que juegan estos animales al ser “excelentes depredadores de camadas completas de ratas, ratones y topillos” ya que, gracias a su forma y tamaño, acceden a “rincones y ratoneras donde otras especies no podrían llegar”.
Con la llegada de la primavera y la subida de las temperaturas, los ejemplares de esta especie salen de “sus refugios de invierno para buscar alimento y reproducirse”. “Como todos los reptiles, son animales ectotermos, es decir, necesitan de una fuente de calor externa para alcanzar la temperatura corporal que les permita activarse. Esto lo consiguen soleándose sobre piedras, en caminos y en el peor de los lugares: las carreteras”, explican los responsables de la ONG.
Y es que el calor que desprenden las carreteras supone que cada año se observe una “enorme cantidad” de serpientes atropelladas por toda la geografía nacional. “Luchar contra esta amenaza es realmente difícil, por las implicaciones de seguridad vial que conlleva. Pero todo menos bajar los brazos y, de hecho, en el Proyecto SAFE sobre atropellos de fauna recientemente lanzado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, los reptiles atropellados son un componente importante de esta iniciativa que pretende diagnosticar la mortalidad de fauna en las carreteras españolas”, detallan.
A juicio de GREFA, resulta “extremadamente grave que aún se siga persiguiendo a los ofidios”. “Ya sean culebras o víboras su muerte, persecución o captura puede ser constitutivas de una infracción administrativa e incluso un delito penal”, puntualizan.
El cartel de la campaña ha sido elaborado por Carlos Cuéllar y cuenta con los dibujos cedidos por Iraide Villaescusa, voluntaria de la ONG.