Presumimos de ser uno de los países más longevos. Por detrás de Japón, España es el país con mayor esperanza de vida del mundo, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y eso supone una dificultad para la donación de órganos. La mayoría de los donantes superan los 60 años y eso provoca que sus órganos, en muchos de los casos, presente un estado de salud más deteriorado. Hay una alternativa y se llama máquina de preservación de órganos, un dispositivo que no solo permite conservarlos, sino que logra recuperar el órgano, con pacientes mayores, para que este sea útil y pueda ser trasplantado.
Uno de los que ha afrontado el reto es el hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, pionero en el uso de esta tecnología. El Dr. Lucas Hoyos, director del programa de perfusión pulmonar ex vivo, tiene mucho que ver en esto. Lleva cuatro años liderando un programa que pretende reducir las listas de espera de pacientes a cero. “Nuestro reto es que no mueran los pacientes en lista de espera”, asegura el doctor.
En los últimos cinco años, el hospital ha logrado reducir la mortalidad en lista de espera en casi un 7%. “Considerando que teníamos una mortalidad en lista de espera nacional de entre el 12% y el 15%, ahora tiene menos del 5%”, destaca.
El programa comenzó en 2018. En sus inicios, confiesa Hoyos, no se admitían órganos de pacientes mayores porque desconocían cómo funcionaban, “no solíamos utilizar órganos de pacientes mayores de 55 años”. En la actualidad, utilizan órganos de pacientes de hasta 78 años. “Se han puesto en la máquina, se han perfundido y han funcionado perfectamente”, señala.
Las máquinas de preservaciones ex vivo es un sistema que utiliza una un método de propulsión para perfundir , pasar sangre o fluidos de preservación a través del órgano, y de esta manera mantener un flujo que permita nutrirlo, oxigenarlo y protegerlo. En función del tipo de órganos que estemos hablando, “la solución que se utiliza o la estrategia de preservación que se utiliza es un poco diferente”, señala el doctor.
En la actualidad, la preservación y transporte de los órganos para trasplante se realiza en una nevera con temperatura controlada, “el órgano se extrae, se mantiene en frío y se transporta”. “Los sistemas de preservaciones ex vivo, fundamentalmente el de pulmón, lo que nos permite es evaluar el órgano después de ser extraído para asegurar su calidad y su óptimo rendimiento una vez implantado”, especifica Hoyos.
Esto permite, de alguna manera, predecir aquellos órganos que pueden no llegar a funcionar correctamente en el paciente y prevenir entonces que los pacientes reciban los de este tipo, que llamamos límites o marginales. “Órganos muy mayores, órganos que, por el proceso de la muerte del paciente, tras el fallecimiento, los órganos se deterioran”, aclara el doctor.
Hoyos es especialista en la preservación de pulmón, un órgano que es “especialmente sensible” al proceso de la muerte. “Se llenan de agua, se ponen rígidos, duros y dejan de funcionar correctamente”. Esta máquina lo que permite es sacar el órgano del cuerpo y “en una unidad, en un espacio controlado, extraerle el exceso de agua, ventilarlo; es decir, hacer respirar correctamente el órgano y recuperarlo”, asegura.
El centro hospitalario es líder en el uso de esta tecnología. “Nosotros somos el primer hospital de España con preservación pulmonar. Actualmente somos pioneros en preservación de hígado, con las primeras máquinas en España de preservación fría, en hipotermia y también somos parte del programa del primer sistema de preservación ex vivo de corazón en normotermia”, detalla Hoyos, líder del proyecto.
El sistema, especifica el doctor, permite perfundir sangre dentro de los tejidos de los órganos y ponerlos en estado hipotérmico para preservar sus funciones o en estado normotérmico (la temperatura normal del cuerpo humano, entre 36 y 37ºC) para facilitar su trasplante y adaptación.
El Puerta de Hierro puede realizar este proceso con el pulmón, el corazón y el hígado. En España también se realiza con los riñones y con el páncreas.
En el caso del hígado es quizás, señala el doctor, “un poco más complicado” que el corazón y el pulmón, porque “no tolera muy bien la isquemia”, es decir, quedarse sin oxígeno y sin flujo sanguíneo”. Aquí entran en juego de nuevo las máquinas de preservación ex vivo, explica Hoyos, que asegura que “esta tecnología permite mejorar los resultados y recuperar parcialmente la isquemia generada durante el proceso de muerte”.
“Son unas herramientas bastante útiles, tanto en preservación fría como preservación normotérmica”. “Se han realizado estudios del más alto nivel de evidencia y los resultados son bastante buenos en hígado y en pulmón”, destaca el doctor.
APLICACIÓN EN EL CORAZÓN
Con el corazón se utiliza un proceso “muy similar” al de pulmón, “es otro tipo de solución de preservación, pero el principio es básicamente el mismo”, asegura el doctor, que nos explica cómo se realiza paso a paso: “Se conecta el corazón a un propulsor, a una bomba que llamamos nosotros que permite fluir una solución enriquecida de preservación y oxígeno para preservar las células y evitar que por el proceso de muerte haya un fallecido. Estas máquinas no solo conservan los órganos, sino que pueden ayudar a mejorar su estado y que sean óptimos para un futuro trasplantado. Recuperar o establecer la seguridad de aquellos órganos que antiguamente no utilizábamos por el miedo a que no funcionen en el receptor”.
La máquina simula las condiciones fisiológicas del paciente durante las primeras horas del postoperatorio. De esta forma, subraya, “durante las dos o tres primeras horas se puede evaluar ese pulmón y ver si funciona correctamente, colocarlo con seguridad y sabes que va a ir bien”.
“Todas las estrategias que podamos utilizar para aumentar el ‘pool’ de donantes, para aprovechar órganos que antiguamente no se utilizaban, es nuestro reto”. Nuestro gran esfuerzo, explica el doctor, está dirigido “a que los pacientes en lista de espera no fallezcan”. “Todo lo que podamos hacer para obtener órganos de buena calidad, para lograr esa meta, es lo que estamos haciendo”.
Y el ex vivo, asegura el doctor, es una de las herramientas introducidas en los últimos años que “ha tenido el mayor impacto”. Desde 2018 “hemos logrado un incremento de la actividad de trasplante en un 20%, en el tiempo que llevo liderando el proyecto hemos reducido el tiempo de lista de espera de 100 días a menos de 60 y hemos aumentado el aprovechamiento de órganos rechazados por todos los otros centros de España; es decir, explica, cuando los otros seis centros trasplantadores rechazan el órgano, se oferta a Puerta de Hierro y este decide si lo incluye en la estrategia de nuevo. Y de esos que hemos metido ahí hemos logrado habilitar y trasplantar el 70%”.
Gracias a las máquinas de preservación, “nos da la seguridad de ir a valorar más órganos y terminamos implantando un 10% de esos órganos que vamos a valorar sin necesidad de perfusión ex vivo. Simplemente vamos allí porque tenemos la herramienta, los evaluamos en el sitio del donante y nos damos cuenta de que son buenos y se colocan. Órganos que han sido rechazados por otros hospitales, que en otras circunstancias no se hubiesen utilizado en España”, finaliza.
Puerta de Hierro entre los mejores hospitales
El programa de perfusión pulmonar ex vivo, que dirige el Dr. Lucas Hoyos, se puso en marcha en 2018. Es un programa “modesto”, asegura el doctor, si se compara con otros hospitales del mundo, pero los resultados son “espectaculares”. “Estos grandes centros realizan entre 150 y 200 trasplantes al año, Puerta de Hierro hace entre 40 y 50 trasplantes. Ellos hacen entre 50 o 60 ex vivos al año y nosotros hacemos muchísimos menos, pero aún así, tenemos los mismos resultados”, resalta.
Desde entonces, “solo ha fallecido un paciente y ha sido dos años después del trasplante”. Es “un poco pronto”, explica el doctor, “pero creo que algo a considerar”. “No tenemos mortalidad en ex vivo”, subraya.
Hoyos y su equipo realizan evaluaciones del programa de forma semestral y anual.
Además, añade, Puerta de Hierro es pionero en estrategias para “aumentar el pool de donantes”. “Somos probablemente en España de los hospitales con la mayor tasa de donantes mayores”.