Este miércoles ha concluido el reto de 21 alumnos y profesores del Instituto Público de Formación Profesional (FP) IES San Juan de la Cruz de Pozuelo, por el que han estado una semana completa sin su smartphone.
Se trata de una iniciativa promovida por dos profesores, Joaquín Casanova Sanz, de Formación y Orientación Laboral; y Marina Domínguez Moreno, de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico; con el objetivo de sensibilizar a los jóvenes y adolescentes sobre “los daños que el uso de los smartphones conlleva para su salud”.
El desafío ha consistido en estar siete días completos, o lo que es lo mismo, 168 horas sin su teléfono inteligente, del que hicieron entrega el pasado miércoles y que han recuperado hoy mismo. Además, hasta la semana que viene se celebrarán en el centro charlas y actividades relacionadas con esta iniciativa.
Explican los profesores que durante todo este tiempo se han estado comunicando mediante un teléfono móvil de teclado, sin ninguna aplicación y que entre otras cuestiones, lo primero que notaron fue la pérdida de inmediatez que otorga este sistema, con el uso de aplicaciones de mensajería o de conexión de mapas; una situación que se vio compensada, sin embargo, con el poderle dedicar más tiempo a otras actividades como la lectura.
Citan los alumnos, en declaraciones a En Papel, anécdotas vividas durante la semana sin su smartphone. Entre otras, perderse por las calles de Madrid, citas médicas olvidadas, poder recuperar aficiones, o citas amorosas frustradas.
“Me ha pasado de todo. Me han pedido el Instagram en una discoteca pero no le he podido seguir, la gente me mira raro en el bus cuando me ve con un teléfono casi del siglo pasado, o me cuesta ubicarme sin Google Maps. Pero sobre todo lo que valoro es no tener algo que me entretenga para no pensar en los problemas que siempre aplazamos, y realmente acaban siendo una tontería que podemos solucionar fácilmente”, contaba Wasima, alumna de Marina Domínguez
“He vuelto a recuperar la afición de la lectura. Me ha dado tiempo a leerme un libro y medio. Y seguiré con parte del reto, aunque cosas como el GPS, el WhatsApp o la aplicación del banco son casi obligatorias“, explicaba Pedro, alumno del IES
“Yo antes iba al médico y tenía que esperar, o iba a por el pan y tenía que esperar, y me entretenía con el móvil, y me perdía muchas cosas. Al final es como una adicción más, y es muy preocupante en las nuevas generaciones que no conocen en otra cosa”, apuntaba Diana.
Entre los datos aportados por los profesores a la hora de poner en marcha el reto, han citado que un 32 por ciento de los jóvenes se conecta al teléfono durante 5 horas al día; mientras que la cifra aumenta al 50 por ciento si es en fin de semana.