En Papel vuelve a mirar al empresario de Majadahonda para pulsar el tejido empresarial de la ciudad. Nos hemos ido a la calle Casiopea, 34 en la urbanización Los Satélites para meternos en la cocina de Kiko Amaya. Un cocinero que quiso ser piloto. O al revés. Lo único cierto es que si alguno pensaba que la alta cocina estaba reñida con los vuelos transnacionales estaba equivocado. Los Arroces de Kiko son la mejor prueba de ello.
La pandemia hizo que a este piloto le volviera a un primer plano una idea que le llevaba rondando la cabeza desde hacía tiempo. “Con la pandemia pararon los vuelos, lo que me permitió tener tiempo para desarrollar este proyecto. Los aviones y la cocina son mi gran pasión y tenía muchas ganas de poder compartir esta
“Es una época difícil, pero Majadahonda está haciendo un gran esfuerzo por el nuevo empresario “ilusión con todo el mundo”. La gran pasión se llama Los Arroces
de Kiko y se envían a domicilio o se pueden recoger en su domicilio. Hasta doce tipos de arroces. Desde el clásico arroz a banda con el que nunca te equivocas con un fondo de pescado a base de mariscos, pescado de roca y verduras que no deja indiferente a nadie, pasando por recetas más elaboradas como arroz de pato con tado con alcachofas y foie o también el de costilla ibérica que se cocina 10 horas a baja temperatura, hasta llegar al “arroz de secreto ibérico trigueros y boletus”.
Este piloto que se pagó la carrera trabajando como cocinero ha vuelto a sus orígenes. “Guardo un recuerdo increíble de esa época, además los arroces siempre han sido un sido un referente en mi familia, mi madre es una grandísima cocinera y el día que hacía arroz era una celebración para todos nosotros, siempre nos juntábamos con familiares o amigos”. Su secreto o, mejor dicho, sus secretos son tres “una materia prima excepcional” para preparar los platos, la “influencia internacional” sobre su cocina gracias a su profesión de piloto y su mujer, Rove que es “mi inseparable compañera en esta aventura y en la vida. Ella, junto con mis hijos, son mi gran inspiración”.
Kiko Amaya se siente un majariego más y reconoce que “aunque estamos viviendo una época difícil para todos con muchos cambios en nuestros hábitos y en nuestra manera de vivir, el municipio también se está adaptando a los nuevos modelos de negocio que están surgiendo. En mi opinión Majadahonda está haciendo
un gran esfuerzo por el nuevo empresario”. Es un entorno, concluye Amaya, “perfecto para la creación de empresas” y top en la rama de la hostelería porque “la oferta gastronómica en Majadahonda es impresionante, con restaurantes de mucha calidad y variedad”.