Sonia Ruano y su pareja, José Molina, llevan más de 25 años decorando casas en Majadahonda. Son expertos en “hacerlo fácil”, lo contrario de lo que ha sido para ellos la apertura del nuevo local de Alboroque Decoración, ubicado en la calle San Andrés, nº4.Lo inauguraron hace un año, en plena pandemia, y la burocracia hizo que “todo se complicara”.
“Se necesitan conocimientos técnicos o un arquitecto que firme un proyecto. Tienes que hacer planos, entregar toda la documentación al Ayuntamiento y esperar a la licencia. Puedes abrir bajo una declaración responsable, pero no es fácil para alguien que no tenga conocimientos. Todo tiene que estar visado por el arquitecto, al que hay que pagar”.
Sonia cree que debería existir la figura de un asesor que “facilitase las cosas”, ya que la mayoría de los trámites son ‘online’. “Hay que rellenar muchos formularios y se te pueden escapar cosas si no tienes acceso a un profesional que se haga cargo del proyecto”.
Alboroque Decoración nació como una pequeña tienda textil el 1997. Con el cambio de local, Sonia y su equipo, compuesto por dos interioristas, además de su compañero, ayudan a que “tu casa sea especial”. “Somos buscadores de lo que ellos quieren”.
Cuentan con una gama muy amplia de textil, tejidos naturales y sostenibles, muebles de diseño, etc. “Es una respuesta a medida de lo que la casa necesita”, asegura. “Hay personas que llevan decorando su casa más de 20 años con nosotros”.
Sonia asegura que es un trabajo muy gratificante, “aunque nada, nada fácil”. “Las empresas pequeñas cargamos con demasiado. Mucha responsabilidad, unos imperativos económicos que nos hace sufrir bastante, en una económica que mira más hacia la gran empresa que hacia los pequeños, que somos los que sacamos mucho trabajo”.
La majariega cree que se debería apoyar más a las microempresas, que “somos las que más trabajamos y menos recibimos”.
“Necesitaríamos más reactivación del comercio local”. Sonia reconoce que se “está intentando”, pero cree que para conseguirlo se tienen que implicar más actores. “Debería ser una ciudad modélica y en ese sentido tiene todavía mucho por hacer hacia el comercio”, asegura la responsable de Alboroque.
En este sentido, Sonia plantea abaratar los locales comerciales, “tienen un precio demasiado elevado”. “A veces gana más el dueño del local que la propia empresa”, asegura. Además, considera que deberían existir más ayudas reales, con un asesoramiento definido a cada sector.