Mauricio Häuser, socio fundador de Cervezas Eras, protagoniza un nuevo Martes del Emprendimiento organizado por el Instituto de Emprendimiento Avanzado con el patrocinio de Iberdrola.
Wilfredo Jurado, CEO del Instituto de Emprendimiento Avanzado ha presentado una marca de cerveza artesanal manchega con identidad propia en los Martes del Emprendimiento, patrocinado por Iberdrola, en el que el fundador de Cervezas Eras ha explicado cómo consiguió hacer realidad su sueño y transformar su hobby en su profesión.
Antes, Mauricio Häuser compaginaba su trabajo como ingeniero con su pasión por la cerveza. Embotellaba y probaba su cerveza artesanal a través de fábricas nómadas, donde su pasión comenzó a convertirse en algo más gracias al éxito del boca a boca. “Desde que salí de la carrera tuve el sueño de dedicarme a la cerveza artesanal. Y el detonante fue cuando tuve que pasar dos meses trabajando en Noruega con esas noches tan largas y 20 grados bajo cero. Ahí me di cuenta de que si no intento algo que de verdad me apasiona, me voy a quedar con las ganas de saber si me hubiera ido bien”, contaba Mauricio, que consiguió ahorrar hasta poder financiar su proyecto.
Agua de ósmosis, malta, cebada, lúpulo. La receta de cervezas eras es sencilla y no esconde nada a los ojos del consumidor. El agua filtrada y sin químicos, el 96% de la composición, es la que marca la diferencia con el resto de cervezas artesanales. Durante el último año, Mauricio se ha centrado en dar a conocer su marca en mercados medievales, ferias e incluso conciertos, donde desde su puesto hace un trabajo de fondo, dedicando tiempo a cada cliente que se acerca a interesarse por su cerveza. “Lo veo como algo más que vender, yo quiero empatizar con la persona y que se vaya con algo que les guste”, lo que le hace ganar una clientela, tanto mayorista como minorista, mucho más fiel. Incluso desde su página web también ofrecen esa atención tan cercana, donde Häuser asesora a cada cliente.
Actualmente producen 3.500 litros de cerveza al mes, un 80% embotellada, y el restante para grifo, que distribuyen a través de tiendas gourmet, comercios especializados y también su propia tienda online. Cuentan con 7 tipos de cerveza que corresponden a “Los siete pecados capitales”; soberbia (rúbia), pereza (trigo), envidia (Pale Ale), ira (IPA), avaricia (tostada), lujuria (belga) y Gula (Imperial Stout). Las podemos encontrar por separado, o en un estuche muy original, con los 7 pecados, donde tras retirar cada cerveza puedes leer cual es su proceso de elaboración.
La empresa la forman únicamente los dos socios fundadores, que también son los encargados de la producción. Los costes de tener fábrica con obradores, tanques, embotelladoras o cámaras refrigeradas se disparan hasta los 300.000 euros, aunque lo que realmente le preocupa son los costes de las materias primas. Desde la cebada hasta el cristal de las botellas, los precios últimamente oscilan demasiado.
En este sector, Mauricio abraza la competencia porque es muy sana. “Entre los artesanos no competimos, incluso compartimos conocimientos” puesto que “solo coincidimos en algunos estilos, y no somos competencia directa”, afirma
El objetivo es conseguir una marca establecida en el mercado nacional, con una producción de más de 25.000 litros, y así poder centrarse en la supervisión del producto y las visitas guiadas por la fábrica “por gusto”, donde esperan poder estrenar un patio cervecero en poco tiempo. Además, les gustaría conseguir distribución en supermercados, pero para ello tienen que aumentar mucho la producción “porque los supermercados ajustan mucho los costes”. Häuser compaginaba su trabajo con su pasión, y eso le permitió poner a prueba su idea. “Para convertir un hobby en una actividad profesional es importante trazar un plan con mucho tiempo hasta dar con la clave, y cuando estuve seguro al 200%, di el salto”, explicaba Mauricio que insistió en que es importante “hacer un estudio de mercado con gente que no conoces, con un público realmente crítico”.
Como consejo a los emprendedores deja el que le dio un profesor universitario en Texas; “no pares cuando estés cansado, sino cuando hayas terminado”, a lo que añadió “los dos primeros años son difíciles, pero también es difícil volver a casa de trabajar en algo que sabes que no te apasiona”.