Ahora sí, el otoño es una realidad. Por mucho que las temperaturas máximas aguanten agarradas a los 20 grados, las mínimas ceden día a día ante lo inevitable: un noviembre en Madrid; y eso significa que ha llegado el momento de encender la calefacción. “Nunca pensé tanto en qué día encendíamos, me encontraba con los radiadores calientes y así me enteraba, pero este año, cuanto más tarde mejor”, comenta Alicia, vecina de la Gran Vía majariega. Alicia teme el recibo, “si un tomate nos cuesta más del doble, no quiero ni pensar en cuánto tendremos que pagar por la calefacción”, explica preocupada.
A su lado está Sofía, presidenta de una comunidad de vecinos en la zona centro. La semana pasada tuvieron junta de vecinos para hablar de la calefacción. “Nunca había venido tanta gente. La mayoría no quiere encender todavía”, asegura. “Siempre nos quedará un caldito caliente y una buena manta”, bromea Alicia.
Más de uno debe pensar como Alicia, porque la venta de mantas y edredones ha aumentado más de un 40% en España, pero cuando el termómetro empiece a bajar, y sabemos por experiencias de años anteriores (Filomena), que puede hacerlo con firmeza, el textil y las recetas calientes no serán suficientes. Por ese motivo, muchos han optado por buscar alternativas y la preferida para este otoño es la leña. Se calcula que este año la venta de leña podría escalar hasta el 17% y en los próximos años, duplicarse.
Al margen de predicciones, lo que está claro es que la venta de leña se ha disparado en todo el país. El almacén Ricosan Carborec Energía Natural, situado en Cam. de Cobezamal, 2 de Majadahonda, reparte leña a domicilio y este año tiene encargos desde verano. “La gente nos lleva pidiendo leña desde el mes de julio”, asegura Sergio, encargado del establecimiento. Lo normal es que los pedidos comiencen a finales de septiembre, pero este año, “se ha adelantado el periodo de venta y tenemos seis camiones repartiendo de lunes a domingo”. Sergio asegura que no solo ha aumentado el número de compradores, sino también el volumen de leña: “el que pedía 2.000, pide 4.000”. El motivo de este incremento se debe “al miedo que tienen por el precio del gas”, explica el encargado de este almacén majariego, que reparte leña por toda la región. “Algunos clientes son personas con chimenea y otros se la han comprado este año por el tema de la factura del gas”.
Sergio ya preveía que esto podía ocurrir y compró provisiones suficientes para abastecer la demanda este año. “Muchos se han quedado sin leña, pero nosotros tenemos porque compramos con antelación”, subraya. Al contrario que la mayoría de los almacenes, Ricosan Carborec Energía Natural no ha subido los precios.
“Hemos apostado por el volumen y por eso vienen aquí. La nuestra está al mismo precio, 0,20 la basculada y 0,22, la colocada”, señala. Una buena estrategia, viendo el resultado de ventas de este almacén de leña, que ya tiene noviembre completo.