Alberto lleva cuatro años con un “corazón extra” que ayuda a que el suyo funcione. Sufrió un infarto a finales de 2018 y el hospital en el que estaba ingresado decidió trasladarlo al Puerta de Hierro de Majadahonda. Alberto buscaba una opción para “seguir viviendo”. Y la encontró en un corazón mecánico.
Su historia la cuenta el Jefe de Unidad de Insuficiencia Cardiaca Avanzada y Trasplante del centro hospitalario, el doctor Manuel Gómez Bueno, su médico. Con él, hemos podido descubrir más detalles de cómo fue el proceso del implante de Alberto y de la importancia de estos aparatos para pacientes con dificultades cardiacas avanzadas.
Alberto tiene 71 años y cuando sufrió el infarto, su corazón estaba muy delicado, “el infarto de miocardio extenso le dejó el corazón gravemente dañado y dependía de una medicación intravenosa. Tras realizarse un estudio exhaustivo, consideramos que no era candidato a trasplante por la edad y presencia de otros problemas, y se le ofreció la posibilidad de recibir un corazón mecánico, que aceptó sin dudarlo”, nos explica el doctor.
Cuando le colocaron el corazón mecánico, Alberto, de profesión abogado, tuvo varias complicaciones porque el cable que sale a través de la piel y que conecta la bomba con el controlador “se le infectó”. “Tuvo que estar con antibiótico varios meses, primero en el hospital y después en su casa, pero pudimos controlar la infección”, asegura el doctor. Hoy, cuatro años después del implante, Alberto hace una vida “prácticamente normal”, sale a diario con sus antiguos compañeros del trabajo y viaja con mucha frecuencia a su segunda residencia en Alicante. “Alberto es un hombre feliz gracias a su corazón mecánico y a los cuidados que recibe de su querida esposa Mari Luz, que siempre le acompaña a todas partes”, señala el Jefe de la Unidad.
Como Alberto, hay más de 140 personas en España que viven con un corazón mecánico, unos porque están a la espera de un trasplante (puente de trasplante)y otros, no candidatos (terapia de destino) porque supone “una nueva oportunidad de volver a la vida”.
Los corazones mecánicos son “unas bombas centrífugas que se implantan quirúrgicamente junto al corazón y ayudan a expulsar la sangre desde el ventrículo izquierdo hacia el resto del cuerpo”, explica el doctor. “La bomba interna se conecta por medio de un cable, que sale a través de la piel, a un controlador y unas baterías externas que el paciente debe portar siempre consigo”. Es muy importante cuidar el cable para evitar infecciones como la que sufrió Alberto, nada más recibir el implante. Esta es una de las limitaciones que más comentan los pacientes en la consulta, “no poder bañarse completamente”.
Estos pacientes tienen una vida “muy limitada” por su enfermedad. El doctor asegura que, gracias al implante de un corazón mecánico, vuelven a hacer “una vida prácticamente normal, con la salvedad de tener que estar conectados siempre a una fuente de alimentación externa”.
El trasplante cardiaco era hasta hace poco tiempo la única opción para estos pacientes, pero “viendo el desarrollo que están experimentando los corazones mecánicos es previsible que el número de pacientes con dispositivos siga aumentando exponencialmente y que en unos pocos años estos se lleguen a consideran una alternativa real al trasplante cardiaco”, asegura el doctor Gómez Bueno.
140 corazones mecánicos
El número de implantes ha ido aumentando exponencialmente en los últimos años, asegura el Dr. Gómez Bueno, que en base a los datos del registro REGALAD (Registro Español de Asistencias Ventriculares de Larga Duración), señala que desde 2007 se han implantado 365 corazones mecánicos en 26 hospitales españoles, 60 en el último año.
En España hay alrededor de 140 personas con un corazón mecánico.
En el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, centro en el que el Gómez Bueno es Jefe de Unidad de Insuficiencia cardiaca avanzada y trasplante, se han implantado 58 asistencias ventriculares a pacientes con insuficiencia cardiaca avanzada. “Muchos de ellos ya no la llevan porque se les ha retirado durante el trasplante cardiaco meses o años después”, explica. En la actualidad, 18 pacientes viven con un corazón mecánico implantado en el Puerta de Hierro Majadahonda. Respecto a la permanencia de estos aparatos, el doctor asegura que se puede decir que “prácticamente sí”. “Aunque los corazones mecánicos más modernos no llevan tantos años, en la actualidad ya hay pacientes que llevan más de 10 años viviendo gracias a uno de estos dispositivos”, explica.