Jaime Urrutia, director gerente de Casa y Cine, ha protagonizado un nuevo Martes del Emprendimiento organizado por el Instituto de Emprendimiento Avanzado, con el patrocinio de Iberdrola, que ha conducido el CEO de esta escuela de negocios, Wilfredo Jurado.
Jaime Urrutia, “un emprendedor de los de siempre”, según Wilfredo Jurado, ha mantenido desde muy joven una afición por los equipos de sonido y siempre se ha mantenido al día en el sector audiovisual. Hasta que, trabajando en una de las grandes empresas del sector, recién comenzados los años 2000, quiso montar un cine en su casa, y comenzó a buscar empresas para que “hicieran de ese sueño una realidad”.
En ese momento se dio cuenta de que apenas había oferta y que la existente no tenía la calidad deseada. Entonces decidió emanciparse y crear su propia empresa, Casa y Cine, en 2001. El concepto es claro; llevar la magia del cine a casa, pero “un cine de verdad, que el cliente diga wow, si no algo hemos hecho mal”.
Urrutia es consciente de que un cine en casa es un deseo, no algo obligatorio para un hogar, y por eso “le ponemos todo el mimo y dedicación hasta la entrega y demostración final al cliente, que la hago yo personalmente”. Partiendo de sus vastos conocimientos audiovisuales, decidió montar su primer cine en su propia casa y una sala de exposiciones con tres salas diferentes para mostrar al cliente cada una de las opciones.
Cine en casa a medida
Son proyectos altamente personalizados. La evolución de la tecnología ha hecho posible llevar toda la magia del cine a una casa, pero a un coste muy inferior al de principios de siglo. Desde el VHS del videoclub hasta las plataformas de vídeo bajo demanda, pasando del HD al 4K. Las diferencias entre una sala de proyecciones de unos grandes cines y lo que Urrutia puede montar en una habitación son prácticamente inexistentes.
Construir o reformar una vivienda son los mejores momentos para hacer una instalación de este calibre, según Urrutia, que realiza un estudio pormenorizado de las necesidades de cada cliente, teniendo en cuenta la habitación, y se encarga desde la pantalla, el proyecto o el proyecto acústico y el sonido, hasta las butacas o la iluminación, logrando así un ambiente de lo más integrado.
Además, la domótica es otro de los fuertes de Cien y Casa. No solo para el consumo de música o contenido audiovisual por toda la casa, sino que, también, relacionada con el control de los electrodomésticos, la seguridad o la climatización.
“El momento de la entrega y la demostración al cliente es un momento fundamental, si no se sorprende, es que algo hemos hecho mal, porque está invirtiendo en ilusión”, asegura Urrutia, que prefiere ir “proyecto a proyecto”, poniendo dedicación a cada uno de ellos.
Reputación y boca a boca
Su clientela suele ser de alto standing y muy fiel, además apuestan por un servicio posventa completo, asegurando disfrutar de una experiencia satisfactoria. “Cuando yo hago una obra, es como si fuera mi casa”, cuenta Urrutia.
“Nuestros propios clientes son nuestros mejores vendedores”, explicaba este emprendedor, que colabora activamente con estudios de arquitectura y diseñadores, además de contar con una amplia red de clientes satisfechos que hacen del boca a boca la mejor estrategia de ventas.
Así consiguen no invertir ni un euro en publicidad. Su equipo está formado por un jefe técnico de absoluta confianza para Urrutia, ya que entran en el espacio privado de personas conocidas, y por una plantilla flexible de instaladores. Además del personal de administración. Por cada proyecto pueden llegar a cobrar desde 7.000 hasta 200.000 euros.
Para Urrutia la formación es algo imprescindible, desde su carrera en el mundo empresarial hasta la asistencia a ferias en las que se muestra la vanguardia del sector. Sabe que “saltar al vacío asusta, pero hay personas que me dicen que tienen ideas muy buenas, pero que no tienen dinero. Yo siempre les digo que, si la idea es buena, siempre hay dinero”. Así aconseja “estudia tu idea y si crees en ella lánzate”.