Judit Morales, fundadora de Coramía Studio, participó en el último Martes del Emprendimiento desde la escuela Hacer Creativo que el Instituto de Emprendimiento Avanzado tiene abierta en Zaragoza. Un encuentro conducido por el CEO de la escuela de negocios, Wilfredo Jurado, y patrocinado por Iberdrola.
Coramía Studio es una firma de moda recién nacida que esta semana lanzó su primera colección: siete prendas inspiradas en la música rock, el arte y los viajes, sus tres pasiones, y con muchos contrastes, lo que las convierte en una opción más moderna. “Aúnan un estilo elegante, pero a la vez fresco. Son prendas de calidad, de algodón certificado y de fabricación nacional”.
Coramía está dirigida a mujeres de entre 30 y 50 años con inquietudes artísticas y musicales y un buen nivel adquisitivo. Morales fue alumna de Hacer Creativo y, aunque cuando trabajaba por cuenta ajena no se planteaba emprender, descubrió que quería tener algo suyo. “Me di cuenta de que quería tener algo propio, dando rienda suelta a mi creatividad, me gustaba esa presión y quería dejar algo en el mundo”.
“Para mí diseñar no es un trabajo”
Hace un año y medio que Morales empezó a reunir los recursos necesarios, buscando proveedores, diseñando la primera colección, y preparando tanto la página web como las redes sociales de Coramía. Esta semana lanzó la preventa de su colección, exclusivamente online, con siete prendas como blusas, pantalones y trajes tipo mono. Para tantear el mercado, ha optado por una muestra pequeña y exclusiva para mujeres, aunque ya planea una segunda colección para el año que viene. Para Morales, “ya está inventado todo en la moda, y todo vuelve. Es muy complicado lanzar nuevas siluetas. Ahora están volviendo los 2000”.
Los pedidos en la tienda en línea de Coramía tienen un plazo de entrega de unas tres semanas, ya que se producen bajo demanda. Morales considera que esta estrategia permite “evitar el exceso de stock, reducir pérdidas y promover un consumo más responsable”. Este enfoque, además de minimizar riesgos, le permite construir una comunidad fiel, alimentada no solo a través de redes sociales, sino también mediante una comunicación y atención al cliente personalizada. No planea abrir tiendas físicas, pero considera que el modelo pop-up podría ayudar a dar a conocer la marca. Prefiere centrarse en la publicidad “apostando al 100% por el influencer marketing con un nicho afín al estilo, la marca y los valores, y segmentando el público objetivo”.
Actualmente, Morales es el único integrante de Coramía, y se siente cómodo trabajando sola, aunque cuenta con un patronista, proveedores, fábricas y asistencia web. Ha invertido 23.000 euros gracias a un préstamo familiar y espera que el 30% de margen de beneficio por prenda. Una de las blusas que más destaca tiene un precio de 139 euros, y aunque está por encima de la media del sector de la moda más típico, Morales explica que “el producto tiene el valor que tú le das”. Analizando la competencia, tiene claro que debe diferenciarse, por lo que apuesta por “crear una relación con sus clientas para añadir valor al producto junto a la comunidad. Por ejemplo, la experiencia al recibir el producto es muy importante. Incluyo una nota escrita a mano, pegatinas, tarjetas porque lo empaqueto yo misma”. No se cierra a la entrada de inversores, “pero estudiaría muy bien las condiciones y el plan de negocio”.
Trabaja con dos fábricas españolas, y en este tipo de emprendimientos, donde se depende de un proveedor de esta envergadura, Morales considera que “es necesario venderse y crear una confianza desde el principio”, aunque “en cada pedido siempre hay que adelantar el 50% de los costes de fabricación”. Cada prototipo suele requerir tres meses de pruebas, a los que se añaden otras tres semanas de fabricación.
La pasión no basta para emprender
Para Morales, no sólo la pasión es necesaria para emprender con éxito, sino que es imprescindible la formación. “Yo solo sabía de moda. Y a través del Instituto Aragonés de la Mujer empecé a formarme en emprendimiento, y a hacer cosas que no conocía, como un plan de negocios. Además, aprendes mucho rodeándote de otros emprendedores”. Para ella, “el trabajo es todo lo demás. Diseñar no es un trabajo, sino un momento de relax”.
Dentro de diez años, Morales espera ver a Coramía Studio establecida como una marca premium reconocida. A los futuros emprendedores les aconseja que “si tienes la mínima oportunidad de hacerlo, hazlo. Vas a fallar, pero si aúnas pasión, formación y arrojo tendrás éxito”.