El 14 de febrero de 2021, día de San Valentín, un chatarrero de 62 años, Joao Armando F.D.A., disparó a su esposa en el tórax, acabando con su vida y además de intentarlo con una de sus hijas, que trataba de defender a su madre. Por estos hechos, ocurridos en la calle Oeste de Majadahonda, la Sección 27 de la Audiencia Provincial de Madrid lo ha condenado a 26 años y medio de prisión.
La fiscalía pedía 40 años de prisión, pero la Audiencia madrileña ha dictado dos condenas, una por el asesinato de su mujer, con los agravantes de parentesco, género y abuso de autoridad, sumando 15 años, y otra por siete años y medio, por el intento de homicidio de una de las hijas de la pareja, prohibiéndole acercarse a ella y a los otros cinco hijos del matrimonio. A lo que también se suman otros dos años por tenencia ilícita de armas, y dos más por amenazas.
Anteriormente, el condenado había amenazado de muerte a su mujer, y según reza la sentencia, “imprimió una situación de sometimiento, dominación y control sobre María Alicia”.
Tras el disparo, la mujer gravemente herida pudo forcejear con su pareja, tratando de escapar, con la ayuda de una de las hijas. Según la sentencia, Joao Armando intentó estrangular a esta, incluyendo golpes en la cabeza y un corte en la mano. La mujer consiguió salir a la calle, donde murió desangrada.
Cuando llegó la Guardia Civil, Armando se encerró en la vivienda con el arma, una pistola, y trató de quitarse la vida, pero los agentes lo sacaron en volandas, procediendo a su detención.
El fallo también incluye tres indemnizaciones; una para la hija coprotagonista de los hechos, con 172.000 euros, otra al resto de los hijos del matrimonio, de 144.860 euros, y por último a los padres de la víctima, con 42.141 euros.
Hace siete años, la fallecida, se fue a Portugal con sus cinco hijos, por el mal trato recibido por el agresor, pero, según la sentencia, “se vio forzada a volver a convivir con el acusado porque el mismo había dicho que si no lo hacía mataría a sus hijos, contrataría un sicario para matarlos, advirtiendo que había adquirido una metralleta”.